Múltiplo de aumento

El vicepresidente de la Fed, el banco central de los Estados Unidos, declaró la semana pasada que anticipa dos o tres aumentos de la tasa de interés por parte de esa institución durante este año, lo cual repercutirá sobre las tasas del mercado financiero internacional. Pero como cada incremento sería de apenas un 0.25%, podríamos preguntarnos si deben ser motivo de preocupación para países como el nuestro, que ya pagan tasas porcentuales varias veces superiores sobre su deuda externa.

Es importante tener en cuenta a ese respecto que la tasa de referencia establecida por la Fed no es el único factor que determina el costo de nuestra deuda. Componentes adicionales involucran la disponibilidad de liquidez en el mercado, la demanda por fondos proveniente de otros países y entidades emisoras, las alternativas de inversión en otros activos, la estructura de rendimientos por plazo de los instrumentos, las fluctuaciones previstas entre monedas, y el riesgo calculado para los títulos que el país vende.

Es vía este último ingrediente que inciden consideraciones en cuanto al crecimiento económico del país, el déficit fiscal, el tamaño de la deuda en relación con el PIB, la porción del presupuesto nacional dedicada al pago de los intereses, el saldo del comercio exterior, las presiones sobre el tipo de cambio y el comportamiento esperado de la inversión directa y otros flujos de capitales.

Lo anterior significa que la tasa efectiva de interés que el país tendrá que pagar será afectada por más que las decisiones de la Fed. Si a la par de esas decisiones tienen lugar eventos y procesos que hagan subir el rendimiento requerido por los inversionistas, podrían ocurrir aumentos por un múltiplo de las alzas que la Fed apruebe.

Visto así, la respuesta a la pregunta inicial es afirmativa, que sí debemos preocuparnos, pero también debemos reconocer que está a nuestro alcance actuar para reducir el múltiplo del incremento.

Gustavo Volmar