Obra del petróleo

En otras circunstancias, la perspectiva de que el gobierno venezolano perdiera las elecciones parlamentarias del domingo pasado hubiera sido aterradora para nosotros los dominicanos. Aunque la presidencia del país no estaba en juego, nos habría preocupado mucho que un cambio radical en la composición del parlamento, como se pronosticaba que podía suceder, afectara a Petrocaribe, el programa que era tan vital para el mantenimiento de nuestra estabilidad cambiaria y el financiamiento del presupuesto nacional.

En la realidad actual, sin embargo, esa posible consecuencia no recibió mayor atención en los análisis y comentarios locales sobre la situación venezolana, los cuales resaltaron otros aspectos tales como el desabastecimiento de productos, la criminalidad, el rol de Leonel Fernández y los aprestos de los bandos en pugna. Petrocaribe apenas fue mencionado.

La misma razón por la que eso ocurrió es la que provocó el resultado electoral desfavorable para el gobierno venezolano. El descenso en el precio del petróleo ha reducido la importancia de Petrocaribe para nosotros como medio de ahorro de divisas y de créditos presupuestarios, y simultáneamente ha dejado maltrecha la capacidad del gobierno venezolano para proseguir con su modelo de subsidios de espaldas al mercado y el sistema de precios.

La fortaleza electoral exhibida por la oposición podrá dar inicio a una nueva etapa en la que las autoridades tendrán que dedicar más atención a lidiar con asuntos políticos internos, que a la labor de crear y liderar un bloque regional de naciones afines. No ayudará a Petrocaribe tampoco la percepción que sobre él tienen muchos de los parlamentarios electos, quienes lo ven como un programa cuyo fin es ayudar a Cuba y comprar apoyos de países como el nuestro, mientras los venezolanos están sometidos a tantas carencias y penurias.

Pero no nos inquietaremos por esa causa, en tanto el petróleo siga barato.

gvolmar@diariolibre.com

Gustavo Volmar