Pago anticipado

El pago adelantado de la mayor parte de la deuda dominicana dentro del acuerdo de PetroCaribe fue elogiado por el descuento pactado y por su efecto sobre el total de nuestra deuda externa. Para pagarla tuvimos que emitir bonos a tasas de interés de mercado y cuya obligación final de pago es incuestionable, a diferencia de PetroCaribe donde el pago con exportaciones era posible y no podían descartarse prórrogas y eventuales condonaciones.

En cualquier caso, el beneficio no estuvo sólo de nuestro lado. Los venezolanos, ávidos de divisas con las que mitigar la crisis de su maltrecha economía, pudieron hacer efectivo el cobro de una deuda a la que faltaban años para vencer, y sobre la cual cobraban una tasa mínima de interés. Fue, podría decirse, una operación surgida del ambiente de amistad que hasta el día de hoy el gobierno dominicano mantiene con las autoridades bolivarianas.

Ese tipo de ambiente no existe, sin embargo, entre las autoridades venezolanas y otras naciones de la región, en particular Paraguay. En el 2006 el gobierno paraguayo impidió la entrada de Venezuela al acuerdo conocido como Mercosur, acusándola de falta de democracia. Tuvo que ocurrir que Paraguay fuera suspendido temporalmente por causa de un golpe de estado legislativo, para que Venezuela pudiera ser admitida con el auspicio de sus entonces afines Brasil y Argentina. En el 2013 Paraguay tuvo que ratificar la admisión a cambio de él mismo ser readmitido.

Aunque no es parte de PetroCaribe, Paraguay tiene una deuda con PDVSA, la empresa estatal Petróleos de Venezuela, a la que bien caería un pago anticipado. El ministro de industria y comercio de Paraguay, sin embargo, dijo anteayer que “no está en nuestra cabeza emitir bonos para pagar la deuda”, y añadió que “no le conviene a nuestro país endeudarse para pagar una deuda que vence en el 2023”. Condicionó ponderar el asunto a que haya un descuento del “50% o más”.

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Gustavo Volmar