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Para que el peso se use

El Banco Central deja que haya precios establecidos en dólares, pero se opone radicalmente a que se exija para recibir pagos.

Los economistas llaman leyes a algunos principios de aplicación general que han venido descubriendo a lo largo de los años, siendo la de la oferta y demanda probablemente la más conocida. Otra de esas leyes, bautizada en honor a quien la describió formalmente, es la de Gresham, la cual predice que si dos monedas de diferente valor intrínseco circulan simultáneamente con igual valor oficial, la que es superior por tener mayor valor intrínseco es desplazada por la que es inferior.

Eso sucedió aquí con las monedas de 10, 25 y 50 centavos de los 1950, y lo mismo ocurrió en los EE.UU. y otros lugares, al ser sustituidas por otras hechas con metales más baratos.

Si ninguna de las dos monedas que circulan al mismo tiempo tiene un valor intrínseco mayor que la otra, como es el caso de los billetes de banco cuyo valor en papel es insignificante, y hay un tipo de cambio oficial fijo entre ambas, la moneda superior desplazada será aquella cuyo poder adquisitivo es más estable. Pero si no hay un tipo de cambio fijo, la moneda más estable será la preferida, y la otra tenderá a depreciarse.

El Banco Central deja que haya precios establecidos en dólares, y que depósitos y valores se expresen en esa moneda, pero se opone radicalmente a que se exija para recibir pagos, pues sabe lo que podría sucederle al peso en ese caso.

Por supuesto, poner algunos precios en dólares, aunque se paguen en pesos, es una forma parcial de indexación. Pero el punto clave es que no todos los precios están en dólares, quedándose en pesos la generalidad de los salarios, servicios personales, transporte interno, alimentos básicos y rubros similares.

Pero si, además de usarse para fijar algunos precios, el dólar se requiriera para efectuar los pagos, en poco tiempo esos otros precios, ahora en pesos, pasarían a ser puestos también en dólares, la indexación sería total, y se reduciría el margen de actuación de la política cambiaria.

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