Referencia indirecta

Durante su discurso del 16, el presidente Medina mencionó la clase media en varias ocasiones, señalando como uno de los logros más relevantes la salida de cientos de miles de dominicanos de la pobreza. Y al inicio de sus palabras indicó que la profundización y consolidación de los avances alcanzados sería la meta de su segunda gestión gubernativa.

En vista de que la economía no figura entre los problemas que la población percibe como más importantes, y ya que los números muestran una envidiable combinación de crecimiento del PIB con baja inflación, sería de esperar que el Presidente considerara innecesario introducir cambios sustanciales en las políticas económicas aplicadas hasta ahora.

Pero cerca del final de su discurso, tocó el punto de los bajos sueldos y las carencias no resueltas, expresando que la clase media no puede seguir siendo la que cargue con el peso de los gravámenes.

A pesar de que no lo dijo de ese modo, ese criterio del Presidente puede interpretarse como una referencia indirecta a la sostenibilidad del esquema económico vigente. Para un país pobre como el nuestro, es difícil sustentar un estado de bienestar en el que a una elevada nómina pública se añadan programas de subsidios generalizados.

El porcentaje de la población enrolado en una o la otra vertiente, o en ambas al mismo tiempo, es tan alto que gravita demasiado sobre los sectores llamados a sufragar esos gastos.

Pospuesta gracias al endeudamiento público interno y externo, la necesidad de modificar el rumbo seguido parece haber estado en el trasfondo de las palabras del Presidente.

Dado que la eficiencia del gasto público es uno de los puntos fundamentales de la posición de los empresarios ante cualquier iniciativa de reforma, el Presidente mencionó también la introducción de indicadores para evaluar la gestión de las instituciones oficiales, requisito indispensable para validar reclamos de mayores aportes.

Gustavo Volmar