Sugerencias del Banco Central

El Banco Central ha dado muestras de que no se abstiene de tocar temas que considera importantes, aunque ellos sean controversiales.

En cuanto a los salarios, sus evaluaciones técnicas crearon un gran revuelo en círculos laborales y empresariales, al conferir peso analítico a la percepción de que están estancados o, peor aún, declinando en términos reales, tomando en cuenta la inflación acumulada. La metodología que utilizó fue cuestionada y sus hallazgos rebatidos en forma airada, pero los resultados de sus investigaciones han jugado y seguirán desempeñando un papel fundamental en los debates sobre el asunto.

Ahora, en una esfera distinta pero relacionada indirectamente con los salarios, aboga porque el impuesto que grava los intereses de los depósitos bancarios sea eliminado, o modificado para que no incida sobre los pequeños ahorros. Y presenta esa recomendación en momentos en los que es propuesto un pacto fiscal cuyo objetivo será aumentar, no reducir, las recaudaciones y la presión tributaria, suprimiendo o recortando algunas de las exenciones vigentes.

Es posible estar en desacuerdo con las conclusiones del Banco Central en cuanto a esos y otros asuntos, pero su credibilidad aumenta por la importancia que la política monetaria ha tenido en el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. Dadas las fluctuaciones exhibidas por la política fiscal, el comportamiento de la inflación y el tipo de cambio hubiera presentado variaciones cónsonas con dichos vaivenes fiscales, de no haber sido por los efectos de las decisiones tomadas en el área monetaria. Se podría inferir, por lo tanto, que antes de presentar sus sugerencias el Banco Central las pondera en función de su incidencia potencial sobre las magnitudes macroeconómicas.

A nivel mundial, el radio de acción de los bancos centrales ha ido en aumento, convirtiéndolos en creadores y protagonistas de las estrategias económicas.

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Gustavo Volmar