Único entre 195

De acuerdo con el Sierra Club, una organización privada dedicada a la defensa del medio ambiente, los EE.UU. podrían llegar a tener el único jefe de gobierno que no cree en el cambio climático. Y tendría un segundo al mando tan escéptico al respecto como él.

Luce improbable que suceda, pero si Donald Trump ganara la presidencia en noviembre habría triunfado la cada vez más reducida porción de empresarios y políticos que consideran un mito el efecto invernadero, por el cual se acumulan gases que retienen el calor y persisten por décadas en la atmósfera. Y de su vicepresidente, Mike Pence, el Sierra Club dice que su record en Indiana no deja lugar a dudas de que ha hecho todo cuanto ha podido para poner el aire y el agua al servicio de las grandes corporaciones contaminantes. Añade que tanto Trump como Pence proponen reducir el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental y rehúsan aceptar los hallazgos científicos corroborados por el deshielo polar y las estadísticas de las variaciones en la temperatura promedio.

En un detallado análisis, el Sierra Club recogió declaraciones de los líderes de 195 países, encontrando que todos, en algún momento u otro, se han referido a la amenaza del cambio climático y hecho llamados para combatir sus causas. Aún Xi Jinping, líder del país que mayor cantidad de carbono emite, ha propuesto que a mediano plazo deje de generarse electricidad en base a carbón, y ha puesto en marcha un plan en China para construir grandes instalaciones de turbinas generadoras movidas por el viento y vastas extensiones de paneles solares. Hasta Corea del Norte, con su díscolo e impredecible líder, se ha sumado al acuerdo firmado en París el año pasado, y ha lanzado un plan de siembra de árboles durante los próximos diez años.

Trump ha prometido renegociar los compromisos adquiridos en París y ve en el cambio climático una conspiración para debilitar la economía estadounidense.

Gustavo Volmar