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Problemas en las islas del tesoro

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Problemas en las islas del tesoro
El registro de compañías ficticias en el extranjero está cercano a sus niveles record.

El Caribe. Las islas británicas del Caribe han sido afectadas por el estancamiento económico, la guerra sobre los paraísos fiscales y su propia imprudencia fiscal y corrupción 

El mes pasado McKeeva Bush, el derrocado primer ministro de las Islas Caimán, compareció ante el tribunal para responder por una serie de cargos, algunos surgidos del supuesto uso de su tarjeta de crédito gubernamental en casinos estadounidenses. Su próxima audiencia es en junio. Pero en las elecciones generales el 22 de mayo los votantes dieron su propio veredicto: con la mayoría de los votos contados, parece que Bush fue reelegido al escaño de West Bay que ha ostentado desde el 1984.

Con o sin el caso de Bush, la corrupción habría ocupado un lugar prominente en la lista de temas de las elecciones en una sociedad donde "todo el mundo entiende que las personas se dedican a la política para hacer dinero", como dijo recientemente un ex procurador general. Pero hay mucho más que preocupa a los habitantes de Caimán y de las otras islas del Imperio Británico en el Caribe: Anguila, las Islas Vírgenes Británicas (IVB), Montserrat y las Islas Turcos y Caicos. El turismo y las finanzas internacionales le han dado prosperidad pero los "dos pilares" están mostrando grietas. El manipuleo fiscal ha complicado el problema y ha afectado las relaciones con Gran Bretaña, que por mucho tiempo ha provisto un respaldo económico. Los dos paraísos fiscales grandes de la región, Caimán y las IVB, están siendo atacados como nunca antes.

Dice Gordon Barlow, un ex director de la cámara de comercio de Caimán, el problema real no es la caída de los ingresos, si no el despilfarro del sector público. En el 2005-09 el crecimiento del gasto gubernamental promedió 12% al año en la medida que creció el servicio civil. Estima Barlow que la aerolínea estatal deficitaria ha recibido en subsidios un monto igual a la deuda pública completa de Caimán. La desaceleración económica mundial ha afectado fuertemente a estas pequeñas economías abiertas. El turismo, el principal empleador, se ha recuperado pero continúa por debajo de su pico en algunos lugares. Las llegadas por mar a las IVB fueron 667,000 el año pasado, de 802,000 que fueron en el 2008. (Se espera que el año que viene tenga un nuevo muelle capaz de recibir los cruceros más grandes y hay planes para mejorar el aeropuerto.) Finanzas, la mayor fuente de ingresos, es un caso mixto. El registro de compañías ficticias en el extranjero (una especialidad de IVB) está cercano a sus niveles record. Los fondos de cobertura y la banca (mayormente en Caimán) han disminuido en 10-20%.

Los problemas económicos de los Territorios de Ultramar no son tan severos como los de la independiente Jamaica y San Kitts y Nevis, que han tenido que reestructurar sus deudas. Pero la merma de sus fondos de reserva asustó a Gran Bretaña al punto de imponer planes fiscales con límites de endeudamiento el año pasado.

Las negociaciones han sido difíciles. El ministro principal de Anguila, Hubert Hughes, firmó un pacto el mes pasado, pero no sin antes acusar a Gran Bretaña de estar "empeñada en destruir el sustento de la gente". Ha llamado a un referéndum sobre la independencia.

En algunos casos Gran Bretaña ha insistido en impuesto sobre la renta para complementar los honorarios y los impuestos indirectos de los que dependen los territorios. Pero esto no es bien recibido por los tipos sin trabas en ultramar. Presionados por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno de Caimán el año pasado propuso un impuesto de 10% a los extranjeros, que representan la mitad de la fuerza de trabajo de 38,000. Esto fue descartado cuando los negocios se quejaron. Cansados de ahuyentar los negocios, las Islas Vírgenes Británicas no han subido la tarifa de $350 por la constitución de compañías desde el 2004.

El evitar incrementar los honorarios es visto como importante en un momento en que los paraísos fiscales están siendo bombardeados, especialmente por Europa. Los cinco territorios, Bermuda y otros han sido forzados a respaldar un esquema multilateral para el intercambio automático de información fiscal. Una amenaza a más largo plazo es el creciente llamado internacional al registro público de los propietarios "beneficiados" (o sea reales) de las compañías y los fideicomisos. Dice Orlando Smith, el primer ministro de IVB los estándares deben ser aplicados de manera uniforme, "de lo contrario los negocios sencillamente se irán a otras jurisdicciones".

Los optimistas de ultramar señalan que la China y Rusia, cuyos ciudadanos son grandes usuarios de los paraísos caribeños, no han firmado el acuerdo de intercambio de información. Pero permanecer atractivos para los clientes mientras se cumple con leyes internacionales cada vez más estrictas es "una aguja cada vez más difícil de ensartar" dice Andrew Morriss de la Universidad de Alabama. Con razón los territorios están tratando de diversificar de las finanzas, que en el caso de las IVB representa el 60% del ingreso del gobierno. Anguila está considerando la pesca, Caimán está pensando en el turismo médico. Pero las prótesis de cadera no serán tan lucrativas como los fondos de cobertura.

Gran Bretaña está gentilmente estimulando estos esfuerzos, mientras reconoce que, como dice un funcionario, "no hay una lista muy larga de opciones". También están tratando de mejorar la gobernanza. Después de amenazar con vetar un proyecto portuario de Caimán que fue otorgado a una empresa china sin haber hecho una licitación pública, se reinició la licitación. Gran Bretaña retiene la facultad de bloquear leyes, suspender constituciones y cancelar gobiernos. La constitución de Turcos y Caicos ha sido suspendida dos veces, la más reciente en el 2009 después de una investigación que determinó "una alta probabilidad de corrupción sistémica". Esto resultó en ser directamente gobernados por el gobernador nombrado por Gran Bretaña.

Hacer que su hombre gobierne es una cosa, poner dinero sobre la mesa es otra. Para evitarlo Gran Bretaña tendrá que jugar su mano muy cuidadosamente. Tiene que aparentar que está de acuerdo con la posición de Francia y Alemania en ser firmes en cuanto a las manipulaciones financieras, especialmente ahora que su primer ministro, David Cameron, ha dado prioridad en la agenda del G8 de este año a los impuestos y la transparencia.

El 20 de mayo le dijo a las dependencias británicas "pongan [sus] casas en orden". Pero si los paraísos pierden su vaca de efectivo, podrían tener que ir gorra en mano a mendigar a Londres. El último titular que Cameron desea ver es "Contribuyentes rescatan a los paraísos fiscales".

© 2013 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved.

De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com