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Banca sin bancos (II de II)

Préstamos de persona a persona. Al ofrecer a los prestatarios y a los prestamistas un mejor trato, los sitios web que juntan a los dos están desafiando a los bancos minoristas 

Regulaciones al rescate

Las regulaciones deben ayudar a prevenir una gran preocupación: que una plataforma mal administrada podría colapsar, arrastrando consigo el dinero de los inversionistas. En una conferencia esta semana organizada por la Asociación Financiera P2P, una entidad comercial, los ejecutivos mostraron preocupación acerca de los riesgos de un "fracaso al estilo de Bitcoin" que podría perturbar la confianza en la naciente industria. Las nuevas reglas es probable que insistan en que las empresas de P2P delimiten los fondos no prestados obtenidos de los ahorrantes y hagan arreglos de manera que terceras personas administren los préstamos pendientes si suspenden sus operaciones.

Abundan otras grandes interrogantes. Una es el seguro. Los fondos colocados con prestamistas P2P no están cubiertos por las garantías respaldadas por el Estado que protegen los depósitos minoristas en los bancos. Algunas plataformas ofrecen algo así como un sustituto. Zopa y la mayoría de las compañías británicas han empezado "fondos de provisión", que tienen como objetivo (pero no la promesa) de hacer valer los préstamos malos. Esto mejora el riesgo para los prestamistas, pero mitiga el concepto original de P2P. Lo mismo hace el seguro: Ron Suber de Prosper, el segundo prestamista más grande de los Estados Unidos, dice "están ocurriendo "profundas conversaciones actuariales" con personas independientes a quienes les gustaría ayudar a los prestamistas a cubrir el riesgo de que sus prestatarios no cumplan, mueran o pierdan su trabajo. Los puristas temen que estos arreglos podrían recrear los riesgos que han plagado a la banca convencional.

El auge del P2P transfronterizo plantea preguntas legales difíciles. La Comisión Europea todavía no ha logrado familiarizarse bien con la industria. Con frecuencia las regulaciones nacionales determinan cómo se emite el crédito y se cobran las deudas. Pero ofrecen poca ayuda cuando el dinero proviene de cientos de prestamistas en docenas de países. Extranjeros en busca de rendimiento, privado e institucional, están invirtiendo fuertemente en el mercado estadounidense.

Solo una tercera parte del dinero que llega al Lending Club es ahora de inversionistas minoristas: el resto (la porción de mayor crecimiento) proviene de personas ricas y de instituciones. ¿Deben esos grandes inversionistas obtener un mejor trato - como elegir los mejores préstamos ofrecidos? En Gran Bretaña, Giles Andrews de Zopa considera la idea anatema: todos los ahorrantes deben ser tratados de la misma manera. Algunos piensan que eventualmente los grandes prestamistas dominarán el P2P.

El P2P también acaba con el peligroso desajuste entre los depósitos a corto plazo y los préstamos a largo plazo inherentes en la banca convencional - pero en general mediante el bloqueo de los prestamistas por la duración del préstamo. Está surgiendo rápidamente un mercado secundario de los préstamos P2P. Esto les permite a los inversionistas recuperar su dinero si lo necesitan, usualmente mediante la venta de los préstamos con un descuento. Pero las reglas varían: algunas plataformas recompran los préstamos; otras celebran una subasta.

El P2P no es complicado: el éxito depende grandemente del empuje del marketing, la calidad de los algoritmos empleados para evaluar a los prestatarios y la facilidad para su uso (las plataformas de P2P están luchando por desarrollar aplicaciones para los teléfonos inteligentes y las tabletas). Los P2P pueden atraer a grandes intrusos, tales como bancos, o empresas de internet que ya disponen de grandes bases de datos acerca de sus clientes (tales como Facebook) y son buenos en conectarlos. El año pasado Google dirigió una inversión de $125 millones en el Lending Club, valorándola en $1.55 mil millones. Podría querer más.

El auge del P2P transfronterizo plantea preguntas legales difíciles. La Comisión Europea todavía no ha logrado familiarizarse bien con la industria. Con frecuencia las regulaciones nacionales determinan cómo se emite el crédito y se cobran las deudas. 

© 2014 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved. De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com

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