Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
economia

Alimentando las expectativas

La economía de los subsidios alimentarios. Por qué los cupones de alimentos son una política que vale la pena tener en cuenta en los países en vías de desarrollo 

Cuando los tiempos son difíciles, ¿cómo pueden los gobiernos en países pobres asegurar que sus ciudadanos se alimenten? En el pasado la mayoría de ellos utilizaban subsidios para mantener bajos los precios de los alimentos para todos sus ciudadanos. Pero estas políticas se han tornado insostenibles: por ejemplo, el costo de mantener los subsidios alimentarios en Egipto casi se duplicaron entre el 2009 y el 2012. Y gran parte del dinero va a parar a la gente equivocada. Considera el FMI que en Burkina Faso, Egipto y las Filipinas menos del 20% del gasto en subsidios alimentarios llega a los hogares pobres. En el medio oriente y el norte de África solo el 35% de los subsidios llega al 40% más pobre.

Motivado, en parte, por el deseo de frenar los crecientes déficits presupuestarios, muchos países están sustituyendo grandes subsidios con políticas dirigidas más directamente a los indigentes. Pero, ¿qué forma debe tener la ayuda? A principios de este mes Irán introdujo entrega gratuita de alimentos para sustituir los esquemas de subsidios. Otros países, tales como Indonesia y Malasia, por el contrario han elegido dar a los pobres beneficios adicionales en efectivo. Hasta ahora, los vales han sido la opción menos popular. Propuestas para introducir esquemas de cupones de alimentos en países como Malasia han sido rechazadas basándose en que eran demasiado estadounidenses y no asiáticos.

Un nuevo artículo* de investigadores del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), un centro de reflexión, sugiere que eso podría ser un error. Los autores analizan los resultados de un experimento conducido por el Programa Mundial de Alimentos en el Ecuador en el 2001, que comparó entregas de alimentos, dinero en efectivo y vales - todos condicionados a asistir a clases de nutrición.

El estudio determinó que las entregas directas - la nueva política de Irán - era la opción menos eficaz. Cuestan tres veces más que los vales para mejorar el consumo de calorías en 15% y eran cuatro veces más costosas como una manera de aumentar la diversidad y calidad de la dieta (ver gráfico).

Los costos de distribución eran altos, y el desperdicio era también un problema. Solo el 63% de los alimentos regalados eran realmente consumidos, mientras que el 83% del dinero era gastado en alimentos y un 99% de los vales eran intercambiados para lo que fueron creados. La transferencia de alimentos también resultó ser la opción más costosa en proyectos similares en Yemen, Uganda y Nigeria, según John Hoddinot de IFPRI.

En el Ecuador había poca diferencia de costo entre dar el dinero y los vales para alimentos, las otras dos opciones. Pero los vales eran mejores para estimular a las personas a comprar alimentos más saludables debido a restricciones sobre qué artículos se podían obtener con ellos. Era 25% más barato mejorar la calidad de la nutrición de los hogares mediante el uso de los vales que al entregar el dinero en efectivo.

Un cambio de los subsidios universales a los vales podría ser la manera más eficaz de mejorar la salud al igual que aliviar la pobreza. Esto hace tiempo debió haberse hecho en muchos países, según Lynn Brown, una consultora del Banco Mundial. En Egipto el subsidio a granos con almidón y pan ha resultado en sobrepeso en 70% de los adultos y atrofia en 29% de los niños menores de 5 años. Los vales o el dinero en efectivo podrían reducir el sesgo inherente en el sistema contra alimentos más saludables (productos lácteos y vegetales no subsidiados). Pero como muestran las dádivas populistas en Irán, la política de alimentos baratos puede fácilmente desplazar la economía.

En el Medio Oriente y el norte de África solo el 35% de los subsidios llega al 40% más pobre.

* M. Hidrobo, J. Hoddinott, A. Peterman, A. Margolies y V. Moreira, "Cash, food, or vouchers? Evidence from a randomized experiment in northern Ecuador" (¿Efectivo, Alimentos o vales? Evidencias de un experimento aleatorio al norte de Ecuador)

© 2014 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved. De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com