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Un mundo que conquistar (II de II)

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Un mundo que conquistar (II de II)
Dos terceras partes de las grandes empresas asiáticas son controladas por el Estado.

Negocios asiáticos. Los negocios asiáticos están cambiando. Sus multinacionales emergentes cambiarán el modo en que vivimos 

Con sus mercados en sus países no tan seguros, las empresas asiáticas se están adaptando - y haciéndose más fuertes. Como respuesta al aumento salarial, la producción (de ropa, por ejemplo) está trasladándose de China al Asia Sudoriental, liderados por empresas japonesas que están también preocupadas por una guerra con el Reino Medio. Empresas chinas tales como Haier, que fabrica neveras, tienen planes de automatizar las factorías y fabricar productos más inteligentes. Y en la medida que los chinos se dedican a los artículos de lujo, los coreanos duplican sus esfuerzos por mantenerse en la vanguardia. El gasto de Samsung en I&D aumentó en 24% en el 2013. Si se ponen manos a la obra, India e Indonesia, los gigantes torpes de Asia, atraerán muchos empleos de factoría. Sus mejores empresas también se están haciendo más inteligentes. Las que fueran descartadas como "talleres de mano de obra no calificada", las empresas de externalización de TI son ahora líderes de grandes datos. Las aspiraciones crecientes de los consumidores están ayudando a las empresas de internet a trastornar las industrias tradicionales. Alibaba, un gigante chino de internet está expandiendo a la banca, telecomunicaciones y logística. Los analistas consideran que podría valer $150 mil millones, más que la industria siderúrgica china. El movimiento para reformar las empresas estatales chinas está dirigido a hacerlas más sensibles a los clientes. Xi Guohua, el jefe de China Mobile, tiene planes de darles acciones su personal. En toda Asia la demanda de cuidados de salud es probable que de origen a una nueva generación de empresas - la industria solo representa el 4% de la bolsa de valores de la región, comparado con 12% en el mundo rico.

Con el fin de competir con los rivales extranjeros, las empresas asiáticas se están haciendo mundiales, siguiendo el ejemplo de Samsung y Toyota. Lenovo, una exitosa empresa de computadoras china, tiene una administración al estilo occidental y mucho personal extranjero. Huawei ha superado a Ericsson en equipos de telecomunicaciones. Sun Pharma de India es ahora una de las empresas de medicamentos genéricos más grande del mundo. Tencent, el Facebook de China, contrató al futbolista Lionel Messi para anunciar sus servicios en el extranjero. Las extensas casas comerciales están evolucionando en multinacionales enfocadas. Tata Sons es ahora una excelente firma de TI y fabricante de vehículos de lujo atado a una mescolanza de activos indios.

Cereales asesinos

Los negocios asiáticos tienen que hacer mucho más. Las grandes empresas están gastando 50% más en I&D que hace cinco años, pero deben hacerlo mejor en términos de innovaciones revolucionarias. Los conglomerados deben enfocarse en unas cuantas áreas en las que puedan lograr escala mundial. Los gobiernos pueden hacer su parte, liberando a las empresas estatales de las interferencias y asegurando que los poderosos titulares no sofoquen a los emprendedores.

Las empresas occidentales deben prestar atención. En algunas industrias - fabricación de aviones, por ejemplo - las barreras de entrada son todavía inmensas, pero en otros sectores las marcas y la tecnología ya no serán un escudo ante la emergente competencia asiática. La amenaza de empleos occidentales de bajo costo podría disminuir. Los trabajadores chinos de Haier reciben 25% de lo que ganan los trabajadores estadounidenses, un aumento del 5% que era en el 2000. Por el contrario podrían ser los redactores, científicos y diseñadores quienes sientan el frio de la competencia desde el este.

La historia sugiere que los consumidores se adaptarán rápidamente. En 20 años, las curas milagrosas para los ancianos vendrán del Japón, las mejores aplicaciones de la web de la India y la costura de la China. Y el cereal de maíz, que fuera un alimento de vanguardia, será rivalizado por el congee (potaje de arroz) y dosas (tipo de crepe de la India), vendidas en cajas por una marca mundial. El capitalismo asiático cambiará el mundo - incluso, quizás, hasta lo que desayuna.

El capitalismo asiático tiene músculo.

La participación del continente del PIB mundial ha subido de una quinta parte a 28% desde el 1984.

Es la factoría del mundo, una región diversa de rivales atados por cadenas de suministro.

Pero les hacen falta cerebros y expertos mundiales.

© 2014 The Economist Newspaper Limited. All rights reserved. De The Economist, traducido por Diario Libre y publicado bajo licencia. El artículo original en inglés puede ser encontrado en www.economist.com

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