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Los intelectuales antes de la escuela de Trujillo

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Los intelectuales antes de la escuela de Trujillo
Manuel Arturo Peña Batlle

Nuestro interés es imaginar, observando la realidad de la educación de hoy, los frutos vivos de la educación anterior a Trujillo, a fin de que se comprenda que el país no estaba desprovisto de institución y conocimientos sólidos. La escuela dominicana era una realidad ejemplar, creada pieza a pieza décadas atrás, desde los tiempos de Eugenio María de Hostos.

Con sólo ojear la lista de los intelectuales que en forma destacada colaboraron con el régimen de Trujillo, elaborada por Manuel Núñez en su obra Peña Batlle en la Era de Trujillo, puede uno darse cuenta de que un buen número de éstos nació a finales del siglo XIX y que, por tanto, recibió una educación acorde con el estado de la enseñanza anterior a la escuela de la época de Trujillo.

Entre esos intelectuales están:

Vicente Tolentino Rojas (1883-1959); Pedro Henríquez Ureña (1884-1946); Max Henríquez Ureña (1885-1968); Ramón Emilio Reyes (1886-1970); Julio Ortega Frier (1888-1953); Arturo Logroño (1891-1949); Rafael Vidal Torres (1894-1992); Virgilio Díaz Ordóñez (1895-1969); Francisco Prats Ramírez (1898-1968); Manuel de Jesús Troncoso de la Concha (1898-1955); Rafael Estrella Ureña (1899-1945). Varios de los nombrados fueron los protagonistas de los cambios en la educación dominicana, antes o durante la época iniciada en 1930: Julio Ortega Frier, Max Henríquez Ureña, Pedro Henríquez Ureña, Virgilio Díaz Ordóñez, Arturo Logroño, Ramón Emilio Reyes.

Otros intelectuales nacidos a principios del siglo XX, que conformaban una generación más joven que la anterior, llegaron también a la Era de Trujillo con su formación hecha. Cuando Trujillo ascendió al poder, y cuando pudo formar la escuela dominicana a la imagen de su régimen, ya esos intelectuales eran reconocidos en la sociedad. No debieron su aprendizaje a los planes de estudios establecidos en los años treinta.

Eso es válido también para los intelectuales que se opusieron a la política de Trujillo, muchos de los cuales fueron al exilio. Tomemos algunos nombres de los nacidos a principios del siglo XX, adeptos o no a Trujillo:

Manuel Arturo Peña Batlle (1902-1954); Pedro L. Vergés Vidal (1903-1981); Juan Isidro Jiménez Grullón (1903-1983); Tomás Hernández Franco (1904-1952); Rafael Feliberto Bonnelly (1904-1979); Emilio Rodríguez Demorizi (1904-1986); Pedro Troncoso Sánchez (1904-1989); Joaquín Balaguer (1906-2002); Pedro René Contín Aybar (1907-1981); Juan Bosch (1909-2001); Luis Julián Pérez (1909-1999).

Ninguno de los nacidos a finales de siglo XIX o a inicios del siglo XX aprendió las materias escolares básicas en los planes de estudios que se establecieron durante el gobierno de Trujillo. Todos se formaron en base a las concepciones educativas y los métodos de enseñanza desde los tiempos de Hostos y sus discípulos de la primera generación.

Todos tenían en su haber la educación hostosiana en base a los planes de estudios de 1884; todos llegaron con su aprendizaje en español, en matemática y en ciencias; todos llegaron a 1930 con sus lecciones aprendidas de lectura razonada, lecto-escritura, gramática, lenguaje y literatura.

Pedro Henríquez Ureña y Juan Bosch son los ejemplos más elocuentes de los intelectuales formados antes del sistema escolar de Trujillo. Ambos adquirieron su formación de base antes, y se desarrollaron después fuera del país, cuando imperaba el régimen trujillista. Es importante resaltar este hecho: poco o nada le debió la formación de esos intelectuales a la Era de Trujillo.

Henríquez Ureña nació en 1884, y cuando en 1905 inició la errancia que concluiría con su fallecimiento en 1946, ya llevaba en ciernes al recio humanista y escritor que hoy conocemos.

En cuanto a Bosch, nacido en 1909, autodidacta, empezó a destacarse en la prensa desde 1929, y en 1933 escribió el libro de cuentos que lo proyectó como uno de los escritores más importantes del país: Camino Real. Luego, en el exilio, a partir de 1938, desarrolló su arte literario y su caudal intelectual, hasta convertirse, al igual que Pedro Henríquez Ureña, en uno de los mejores escritores de habla hispana.

Es frecuente escuchar elogios de la educación durante la Era de Trujillo, en comparación con la educación en la actualidad . Esos elogios no son infundados, yo me formé en la escuela de Trujillo, nací en 1944, y puedo dar testimonio de los aspectos positivos de la enseñanza durante la tiranía.

Entre esos aspectos, la gestión era el logro principal. Las escuelas funcionaban, los maestros cumplían sus horarios, y aplicaban los programas de clase. Era una enseñanza muy normativa y autoritaria, pero, marchaba. Un ejemplo es la enseñanza del español.

En 1933, en el gobierno de Trujillo, cuando Pedro Henríquez Ureña dejó la Superintendencia General de Enseñanza, la enseñanza del español ya se había formado y consolidado. La clase de lengua era una área ya constituida en el aspecto conceptual, es decir en los planes de estudios y los contenidos de la enseñanza. Poco se agregó después en esos aspectos.

Con todo, el desarrollo de la clase de lengua fue indetenible. Luego de Pedro Henríquez Ureña, la enseñanza del español en el país adquirió un curso diferente a la situación descrita anteriormente. Faltaba una tarea muy importante por acometer: fortalecer la gestión educativa y normativizar la enseñanza del español.

Aunque iniciados años atrás, esos aspectos caracterizaron las acciones educativas desde el arribo de Ramón Emilio Jiménez a la Superintendencia General de Enseñanza, y sobre todo a raíz del nuevo mandato presidencial de Trujillo. Esa fue la tarea que se cumplió plenamente desde entonces hasta el fin de la Era de Trujillo en 1961.

Ese fue el balance recibido por las administraciones educativas que sucedieron a Pedro Henríquez Ureña. También por los intelectuales que desde el inicio de la Era de Trujillo, en 1930, fueron el soporte cultural de ese régimen.

¿Son los intelectuales formados en la escuela de Trujillo, es decir, de 1930 a 1961, superiores a los formados en la escuela antes de Trujillo? ¿Y los formados desde el 1961 hacia acá superiores a los formados en la época de Trujillo? ¿Alguien podría aventurarse a responder?