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Don Carlos Morales Troncoso en familia

Un retrato íntimo del ex vicepresidente de la República

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Don Carlos Morales Troncoso en familia
Carlos Morales Troncoso falleció el pasado 25 de octubre en Houston, Texas, Estados Unidos.

SANTO DOMINGO. Con la partida del ingeniero Carlos Morales Troncoso, el país pierde a uno de sus más incansables y disciplinados servidores.

Conocí a Don Carlos Morales cuando él era presidente de la Gulf and Western (Central Romana). En ese entonces, yo era Gerente de Banca Corporativa del Banco Popular, hace justamente treinta años.

Me llamó la atención que a pesar de yo contar con apenas veinticuatro años, me trató como a uno de sus contemporáneos.

Todos sabemos de la trayectoria de éxito de Don Carlos en el sector privado, así como en el público. Ahora, pocos fuimos los privilegiados que los conocimos en el entorno familiar y personal.

Su voz ronca y su personalidad regia, intimidaba a cualquier persona que recién lo conocía; pero a medida que lo tratabas, te dabas cuenta de su nobleza interna, y hasta de su manifestación de cariño, que se transmitía en su mirada tierna. La actitud y su forma incansable de vivir la vida en plenitud, lo hacían destacarse como ser humano. A él le agradaba estar siempre en la compañía de su esposa, sus hijas, y de manera especial con todos sus nietos: eso era lo que verdaderamente le hacía sentir en plenitud.

Amante de la lectura, los deportes y los caballos, además de interactuar con la gente, no importando su condición social o económica, eso era lo que le daba gratificación.

Don Carlos fue un gran exponente del político y empresario dominicano, íntegro, noble y humilde. Como dijo Robert Kennedy: “Hay quienes miran a las cosas como son, y preguntan ‘¿por qué?’. Yo sueño con cosas que nunca han existido y pregunto “¿por qué no?”. Así pensaba don Carlos.

Paz al alma de este formidable ser humano.