Ellis Pérez, ¿actor de Cine?

Era el otoño del 1960. Hacía mas de un año que yo me había integrado en el barco de turismo SS Evangeline, en condición de asistente del Director de Cruceros, en el verano del 59. Justo al año, en el verano del 60, fui ascendido a Director de Cruceros, pasando al barco SS Yarmouth. Éste era un viaje de 14 días que se originaba en Miami, y bajaba a Jamaica, Haití, Dominicana, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Barbados, Trinidad, Islas San Blas y Ciudad de Panamá, regresando a Miami después de una parada en Nassau, Bahamas. Era el viaje más largo de todos los que realizábamos al Caribe, Centro y Suramérica, con gran diversidad, no sólo de puertos y coloridos, sino también de actividades de información sobre cada puerto a visitar y de entretenimiento a bordo. Los espectáculos en el barco normalmente incluían un cantante, una pareja de bailes y ocasionalmente un comediante o prestidigitador o mago. En ocasiones, cuando no había cantantes en el show, yo cantaba, y cuando no había bailarines yo daba las clases de baile.

Recuerdo ya cerca del final del viaje que cuando remontábamos hacia el puerto de Miami, esta pareja que yo había notado en el transcurso del mismo, pero con quienes yo había tenido saludos breves y ocasionales, me dijeron que querían conversar conmigo, que si yo aceptaba compartir un trago con ellos. Naturalmente les dije que sí, y empezamos la conversación. Él me dijo, mira Ellis, nosotros te hemos estado observando en tus diferentes actividades como Director de Cruceros, en todo el curso del viaje. Nosotros somos dos actores de Hollywood, no somos estrellas o celebridades, pero sí somos dos profesionales que vivimos de nuestro trabajo, actuando en películas, creemos que tu tienes todas las condiciones para convertirte en actor. Si quisieras, nosotros estaríamos en la mejor disposición de introducirte en nuestro ambiente de actores, y ayudarte con los contactos iniciales que se requiere. Piénsalo, y si te decides, aquí están nuestras referencias personales para que nos puedas llamar.

La verdad es que con el tiempo perdí los nombres de estos dos actores, y admito que aunque este encuentro resultó ser una sorpresa muy agradable para mí, en ese momento, a mis 24 años (parecía tener 19 ó 20, chiquito y flaquito) yo era el Director de Cruceros más joven que había en cualquier barco de turismo del mundo. Yo estaba muy entusiasmado con mi nueva carrera, por lo que no presté mayor atención a ese ofrecimiento. Hoy sé que nunca hubiera llegado a ser un galán, al estilo Brad Pitt, Tom Cruise, o George Clooney, aunque tal vez pude haberme ganado la vida como actor. Repasando mi historial, con toda su riqueza, siento que no lo hubiera querido cambiar. Quién me hubiera dicho que algo más de 50 años más tarde yo habría de convertirme en el 2011, en el primer Director General de Cine de mi país. C’est la vie!!

Diario Libre