Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
revista

Tierra de palabras y vino

Parafraseando a Joaquín Sabina, “no soy un fulano con la lágrima fácil”, pero tengo la particularidad de que no son las penas y las tristezas, que las hay y a veces grandes, las que me provocan el llanto. En mi caso suele ser la emoción.

Así me sucedió durante mi visita a Castilla y a La Rioja con ocasión de mi participacion en el VI Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica para hablar del Diccionario del español dominicano. En este particular camino de la lengua quedé extasiada ante la impresionante arquitectura de la catedral de Burgos; a la vuelta de la esquina me encontré con una tarja que recordaba que en esa casa estuvieron los talleres de Fadrique de Basilea de donde salió la primera edición de La Celestina. Me emocionó estar tan cerca del lugar de nacimiento de una obra extraordinaria de la literatura en español.

Ya en San Millán de la Cogolla subí al monasterio de Suso, pequeño y humilde en sus formas y gigante en su significado porque los hombres que lo habitaron balbucearon por primera vez la lengua española en sus copias. El guardés del monasterio nos recibió, como lo harían los juglares, con unos versos de Gonzalo de Berceo, su paisano, nacido en 1197 y primer poeta conocido en lengua española. Cuando crucé el umbral de piedra se me nublaron los ojos y la emoción me acompañó durante toda la visita.

El tercer momento emocionante, y para que vean que no todo son libros, lo viví delante de un plato de pochas (lo que para nosotros serían unas habichuelitas blancas) y una copa de rioja en un pequeño restaurante llamado La cocina de Ramón en Logroño; no podía ser menos en una tierra de buen yantar y con nombre de vino.

Twitter: @Letra_zeta