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Buena vida

Una casa anclada en las montañas de Constanza

Donde se mezclan el sistema constructivo americano y la esencia arquitectónica domínico-española.

A 1,800 metros sobre el nivel del mar, esta casa parece emerger de la montaña Las Neblinas, sobre el Valle de Constanza, como un revival del tradicional sistema constructivo americano, sin perder la esencia de la arquitectura domínico-española.
 
Resultante de "un sueño más que realizado" para sus propietarios, y de un diseño arquitectónico sin igual, por parte del arquitecto Eduardo Lora, esta casa de 2,200 metros cuadrados ilustra a la perfección una construcción donde prima: el aprovechamiento de las vistas hacia el Valle de Constanza; la integración con la Cordillera Central, como paisaje circundante; la adaptación a la topografía del terreno, siendo cimentada sobre un antiguo estanque de agua, excavado originalmente para el regadío agrícola, ocupado hoy día por el sótano de esta infraestructura; y la singularidad de conjugar simultáneamente la piedra, la madera y el cemento, como elementos constructivos.

Con cinco años en su haber, "Esta casa de montaña se adapta al estilo de vida de una familia dominicana, exhibiendo cierto aire americanizado en su exterior, pero sin perder el aspecto criollo que deliberadamente le fue conferido y que no deja de estar influenciado por la arquitectura europea, pionera en esta zona del país", expone el arquitecto Eduardo Lora sobre su diseño.

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La infraestructura de la residencia se divide en tres niveles: el primero alberga al sótano, que está totalmente abierto a las panorámicas de Tireo Arriba, Tireo Abajo, Tireo al Medio y Constanza, cobijando al área de juegos, a las tres habitaciones de los niños y a un área destinada a la cava; el segundo está conformado por la entrada principal y el área social completa, donde dos habitaciones y una cocina gourmet (de cara a las maravillosas vistas del Valle) se constituyen en la excepción del conjunto social. Por su parte, el tercer nivel exhibe una doble altura, donde se concentran cuatro dormitorios; desde allí se puede echar un vistazo hacia la sala-estudio y hacia el idílico paisaje exterior enmarcado a través de amplios ventanales con cristales herméticos, que se integran a la perfección con los troncos que revisten a los paramentos.

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Asimismo, tanto la decena de baños dispuestos en cada una de las habitaciones como en las áreas sociales, constan de mármoles envejecidos y piedras en tonos beige, que preservan la sencillez que rige en el resto de las estancias.

Desde que el visitante ingresa a esta residencia percibe la combinación de una estructura de hormigón sismo-resistente, donde el arquitecto Lora trabajó las losas y las columnas en forma de pórticos, siendo recubiertos con piedras de río. En los pisos, las losas de hormigón también fueron tapizadas en piedra, en procura de mayor practicidad y simpleza en su mantenimiento; mientras que en los dormitorios del tercer nivel se implementó la madera local en los suelos, para dotarlos de la calidez que sólo puede ser transmitida por este material.

Los muros y las divisiones internas se revistieron con troncos de cedro rojo (de 12 pulgadas de diámetro), importados desde Heritage Log Homes, una empresa internacional dedicada al diseño, a la construcción y a la venta de casas de campo y de playa, y representada en el país y el Caribe por Vanagro S.R.L.

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Ciertamente, esta residencia estuvo hecha a la medida de sus dueños actuales, tanto así que ellos interactuaron directa y permanentemente con el arquitecto Lora, tanto en el aspecto arquitectónico como en el de decoración (en el que también participó Lora), para crear el diseño de un hogar único e irrepetible (plasmado de esa manera no sólo en su apariencia, sino en un contrato de exclusividad que impide su repetición). En este caso, los anfitriones tuvieron el honor de que, a través de Heritage Log Homes -que ofrece cientos de modelos de casas prediseñadas que se adaptan al presupuesto, estilo de vida y necesidades de sus clientes, permitiendo que estos diseños sean modificados, reajustados o iniciados desde cero-, fuese ésta la primera casa en erigirse fuera de los Estados Unidos y de Canadá, integrando el sistema de troncos prefabricados por esta compañía norteamericana.

"El diseño y la construcción de esta infraestructura la hacen única, no hay otra igual en el mundo ni la va a haber; además, se constituye en la pionera de Latinoamérica y el Caribe en implementar la tecnología de Heritage Log Homes", agrega el presidente de Vanagro S.R.L., Alfredo Ríos. Él se refiere a un sistema estadounidense que, sin lugar a dudas, garantiza que cada componente sea infalible, gracias a las piezas de madera de alta calidad que lo conforman y que encajan perfectamente dentro del diseño planteado, haciendo de esta casa un recinto hermético, que elimina la infiltración de aire, evitando la pérdida de energía y las indeseadas corrientes de aire; con paredes sólidas que presentan mayor resistencia y durabilidad, por medio a una tecnología de auto-ajuste; con una madera libre de mantenimiento; y con los cortes y los agujeros hechos directamente en la fábrica de Tennessee, facilitando así la construcción in situ.

Transcurrido ya un lustro de la concepción, diseño y construcción de este proyecto, todavía queda en la mente y en el corazón de sus ejecutores: el que se haya constituido en la primera y única casa de montaña diseñada por el arquitecto Lora; en la infraestructura que inició la implementación del sistema Heritage Log Homes en Latinoamérica, según Alfredo Ríos, su representante en el país y el Caribe; y en un hogar situado en la antesala del Paraíso, para sus afortunados propietarios.