Un paseo con Danny Forster

La puesta en circulación de la edición 41 de la revista AAA dio lugar a la charla de Danny Forster sobre "Lo moderno, lo vernáculo, lo sostenible". El visitante mostró desde el inicio su satisfacción por el auditorio en que asumía protagonismo, conformado por estudiantes de arquitectura y profesionales del sector. También porque el proyecto sobre arquitectura sostenible que desarrolló con el Grupo Puntacana fuera acogido en una publicación de colección.

"Sé que a mis estudiantes, tanto en Harvard como en Syracuse, les gustaría estar aquí ahora mismo, y esto es realmente una oportunidad rara para cualquier trabajo de estudiante conseguir esta clase de atención; sin hablar de una edición tan impresionante y realmente hermosa. Así que muchas gracias por la publicación", dijo a modo de introducción.

Y entonces, comenzó la travesía desde el auditorio de UNIBE. Primero, dio unas cifras interesantes, porque apuntó que para hacer el programa de televisión "Build it Bigger in the United States" ha tenido la oportunidad durante casi cinco años de viajar literalmente por todo el mundo. Calcula que ha estado en 55 países "mirando un poco de la arquitectura más compleja, más única, más sofisticada y más fantástica construida en todo el mundo".

Subido a la rueda, mostró su paso por la Trump Tower, ahora el edificio residencial más alto en Chicago, con 1,357 pies de altura; luego compartió su experiencia de cuando con un cable encima del palmo este del Puente de la Bahía en San Francisco, pudo observar el avance del nuevo puente de suspensión autoanclado que se construye allí.

Enfiló a Kuwait, y su acercamiento al rascacielos Al Hamra y sus 1,400 pies de piedra y a seguidas mostró la diapositiva de "un puente hermoso- esto es un puente de canteros - en Hong Kong, el puente de permanencia de cable segundo más largo en el mundo".

El arquitecto y anfitrión del programa Mega-Construcciones de Discovery Channel ofreció un paseo por obras magníficas, para aterrizar en su propuesta de arquitectura sostenible junto a la Fundación Ecológica Puntacana

UN COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD

Había avanzado por varios escenarios del mundo y dado el testimonio de su satisfacción por la experiencia de trabajo lograda con el Grupo Puntacana para enfatizar su compromiso con una arquitectura a pequeña escala, con la cual, testimonia, se siente realizado.


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Con el apoyo de imágenes de sus proyectos, se refirió a la sostenibilidad en una escala muy modesta, que permite que los clientes que no tienen mucho dinero puedan tener acceso a diseños sostenibles, evidenciando que no es un lujo solo para ricos.

Mostró un pequeño proyecto que hizo en Michigan, una de las primeras casas con la certificación LEED (Liderazgo en la Energía y el Diseño Ambiental), en ese Estado. "Esto es, esencialmente, el camino a seguir en América" , consideró.

Apostar por lo vernáculo como expresión de lo local, sin dejar atrás la modernidad es una de las recetas que Forster trajo al escenario, hablando más como académico interesado en que los estudiantes que tienen en sus manos el relevo generacional asuman esta visión. "…somos arquitectos contemporáneos, pero tenemos que acoplar el trabajo que hacemos con el lugar en el cual construimos", explica. Abunda en el tema planteando que la concepción del proyecto siempre tiene que involucrar al lugar y sus condiciones naturales, lo que incluye los materiales locales, de manera que el trabajo resultante tenga el "ADN" del lugar en el que se realiza.

"¿Cómo podemos nosotros ser provocativos y al mismo tiempo productivos?, se preguntó, partiendo de su experiencia como viajero y testigo de obras impresionantes en Occidente y Oriente, pero también como testigo de primera mano de la naturaleza viva que ofrecen esos otros muchos escenarios donde las mega-construcciones no tienen cabida ni hay presupuesto para estas.

La sostenibilidad –explicó con expresión de sinceridad desbordada- es una iniciativa complicada porque el diseño sostenible en América, al menos en gran parte, es caro. Pero Forster considera que desde las aulas, el enfoque debe darse para llegar a crear conciencia sobre el papel del arquitecto y sus diseños para lograr proyectos sostenibles. Es la clave. Lo que implica lograr una lógica de sostenibilidad, que a la vez no se desconecte de la tecnología, ni tampoco la desaproveche si los recursos están disponibles.

El arquitecto estadounidense entiende que hacer uso de las "maravillosas tecnologías sostenibles", es la opción más noble para el profesional de su área, lo que permite lograr el vínculo estrecho entre la obra y su lugar de asentamiento.

En su presentación mostró ejemplos de cómo grandes obras de ingeniería y arquitectura pueden ser impresionantes en coherencia con la geometría del lugar que las acoge. La lista la inició el conjunto Yas Marina, levantado en Abu Dhabi, con una inversión millonaria para asentar el circuito de Formula I, y en el cual se incluye el ya emblemático Hotel Yas. Este se considera un hito arquitectónico por la estética que se logró, asociando velocidad, movimiento y las geometrías que sustentan el arte islámico antiguo. La obra del arquitecto Hani Rashid es para su colega estadounidense una evidencia de los altos vuelos que pueden lograrse cuando la estética local se eleva haciendo uso de los recursos más sofisticados.

La geometría de la torre Al Hamra, en Kuwait, fue otro proyecto que presentó como evidencia de la validez de sus argumentos. La estructura, explicó, responde al lugar desértico en que se levantó la torre, con una curva increíble, que parece exagerada, pero dio una solución a la exposición al sol con una respuesta local y económicamente organizada, con lógica ecológica. La estructura lograda permitió manejar el calor brutal y aminorar considerablemente el consumo de aire acondicionado.

Forster abogó en charla por una opción metodológica basada en la enseñanza de estrategias sostenibles que no se quedan en decir cómo se diseñan "casas verdes". Se trata de aprender a ver cómo un rascacielo o cualquier estructura puede concebirse teniendo en cuenta la cultura del lugar que sirve de sostén, pero también la economía, la política y la sociología que prima en el lugar. La meta apunta a "insertar nuestras ideas sostenibles fuera de la tecnología pura, regresando a aquellas ideas de paneles solares". Es decir, de lo elemental a lo sublime.

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Con ese enfoque, dijo, vino a Punta Cana y ahora siente que ha sido misión cumplida. Quisimos venir aquí y entender cómo intervenir; no traer con nosotros edificios de fantasía, modernos y la tecnología muy sofisticada ambiental".

Diario Libre