Una villa tropical-contemporánea en Punta Cana
Con más de 5 años de contruida y menos de 30 para ser remodelada, esta casa se convirtió en un reto.
Con más de cinco años de construida y menos de 30 días para ser remodelada, esta estructura enmarcada en el proyecto Arrecife, de PuntaCana Resort & Club, se convirtió en todo un desafío para Aurora de la Rocha y su firma de diseño.
“Esta casa será ocupada en 30 días y… ¡la necesito lista!”, fueron las escuetas pero contundentes palabras del cliente que contrató a la firma Aurora para este trabajo. Y, como a buen entendedor, pocas palabras bastan, el Estudio de Diseño de esta empresa se encargó de remodelar a todo vapor esta villa de aproximadamente 1,600 metros cuadrados.
A decir de la arquitecta Armida Gil, colaboradora del departamento de Diseño: “La infraestructura estaba prácticamente en ruinas. Necesitaba mantenimiento en los aires, y pintura en sus puertas; así como revisión en sus paredes y techos, pulido y tratamiento en su coralina, entre otras cosas… En realidad, requería de esos aspectos que retrasan los trabajos de interiores”. Sin embargo, las decisiones tomadas, según esta profesional, fueron raudas y certeras debido a que el equipo de trabajo, capitaneado por Aurora de la Rocha, captó de inmediato los gustos y necesidades del usuario.
Precisamente, lo que allí se requería era una gran casa que permitiera que múltiples visitantes pudieran compartir en actividades simultáneas a la vez. Por eso, el diseño de interiores se tornó más retador para sus ejecutores, ya que al tratarse de una vivienda para un mínimo de 16 personas y un máximo de 18, no había una línea establecida a seguir; lo que sí estaba claro es que los propietarios demandaban: seguridad infantil, estándares en ropa de camas y baños, un inventario específico en equipos de entretenimiento y utilidades de cocina; así como telas específicas que fueran duraderas, no destiñeran y resultaran a prueba de niños.
Rincones personalizados
Con cinco dormitorios, siete baños, una sala y un comedor formal, sin olvidarse del estar familiar, el gazebo, dos cocinas, el área de piscina y un área de servicio, cada rincón de esta infraestructura está concebido de manera temática.
Entre las habitaciones principales, cabe destacar a la ‘Contemporánea sublime’, donde imperan los tonos cremas y blancos, junto a una cama con telares en visillo de algodón; y a la ‘Principal jardín’, con vista al jardín y con una paleta cromática que va del azul al crema, sin dejar de lado las texturas de lino y algodón. De igual modo, está la ‘Tierra’, con un diseño más conservador y maduro, donde reinan las tonalidades marrones, cremas y terracotas; así como un mobiliario con espaldares tapizados en cuerno de vaca, con mesas de noche y un juego de sala fabricado en rattan.
En cuanto a las habitaciones dobles, la ‘Coral’ se concibió como la más divertida y atrevida, para los más jóvenes, a través de telas monocromáticas que oscilan dentro de una misma gama, pero con diferentes texturas y diseños.
Si de la sala se trata, los tonos son neutros, pero con toques tropicales (como en el caso de los cuadros que son artesanías locales fabricadas a base de conchas de caracoles, perlas sintéticas y resinas). Por su lado, el comedor, presidido por una lámpara en lajas de nácar, en franca alusión al mar, incluye una mesa rústica y unas sillas vestidas en crudos naturales, siguiendo el estilo balinés que caracteriza a la arquitectura de la casa por sus altos techos en cana, sus vigas de madera y sus áreas abiertas al exterior, que se conectan entre sí a través de los jardines interiores y las pasarelas.
Este proyecto, que el equipo de Aurora encaró valientemente, no dio margen a errores o a dudas; lo que sí dio pie fue al agradecimiento de sus propietarios y a la satisfacción de sus ejecutores por saber que esta fue otra de sus misiones cumplidas.
@olgaagustin