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Buena vida

Metamorfosis en los pisos 25 y 26

¿Cómo mutó este penthouse de La Julia (Sto. Dgo.) tras la intervención de la arq. Nefertiti García?

Como si de misiones imposibles se tratase, la joven arquitecta Nefertiti García pasó de construir y ambientar una mega villa en Casa de Campo (La Romana) a encargarse de la obra gris, la terminación y el interiorismo de un pent-house de dos niveles en una torre del sector La Julia en el Distrito Nacional.

Si bien es cierto que a finales de la década de los 80 la Torre del Sol fue la más alta de su época, también hay que reconocer que los retos profesionales que le presentaron los últimos niveles de este edificio residencial a esta arquitecta de 26 años también resultaron ser de cierta ‘altura’.

Y es que este “laberinto”, como denomina Nefertiti García a la distribución espacial que encontró en las plantas 25 y 26, la puso a trabajar arduamente tanto en planos, como en campo, durante un año ininterrumpido. “¡Hubo que hacer un apartamento totalmente nuevo!”, agrega García, mientras explica cómo modernizó e integró ambos pisos.

 

Con ventanales de cara a la Capital y al Mar Caribe, esta sala incluye el azul en todas sus degradaciones. Las paredes grisáceas circundan el mobiliario (de tonos base) y los ornamentos (de cristal, cerámica y acero), mientras la alfombra también juega un papel protagónico porque vincula a los elementos que la rodean. 

La cocina se constituye en un área social dentro de este hogar, ya que incluye una isla (a modo de desayunador) y un pequeño comedor. En esta estancia, donde imperan el rojo y el blanco, la visual hacia el Mar Caribe -a través de sus ventanales- también es uno de sus principales atractivos.

El comedor es la primera estancia que se observa al ingresar al apartamento. A pesar de la restricción espacial que le impone el área donde está ubicado, este cobró vida a través de la escogencia de una mesa (Hurtado), de una lámpara de cristal y de la tela con que fueron re-tapizadas sus 10 sillas. 

La habitación principal juega con el color, la verticalidad y la asimetría.

 Esta sala, ubicada en el piso 26, permite el desarrollo de las múltiples actividades sociales y familiares de sus propietarios. Las piezas mobiliarias presentan un balance, pues no saturan el ambiente con un mismo material o volumen; mientras que los accesorios rompen con la horizontalidad del espacio. 

En todos los baños de esta casa predomina un diseño similar, pero con colores y materiales diferentes.

@olgaagustin