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Buena vida

Formas sinuosas

Muebles divertidos para habitaciones infantiles. Diseños de curvas sinuosas que parecen sacados de una película de animación. Formas que hablan, que sugieren; muebles que invitan a guardar y a decorar.

Todos ellos nacen de la imaginación y el buen hacer de la compañía de muebles canadiense Straight Line, bajo la batuta de Judson Beaumont, que marca con su particular signo de identidad cada una de sus creaciones desde Vancouver (Canadá), donde tiene su sede.

Beaumont estudió en la escuela de arte y se especializó en escultura. El salto a la fama a través de sus originales diseños surge con las piezas que creo inspiradas en la película “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (“Who framed Roger Rabbit?”).  A partir de ese momento el mundo se abrió una puerta al mundo infantil con diseños que nos recuerdan a las más puras películas de Disney.

De hecho, algunos de sus creaciones tienen como protagonistas al Pato Donald, Mickey y Minnie e. incluso Goofy le inspira un espejo. Ha decorado uno de los barcos de crucero del parque Disney de Florida (Estados Unidos), una colaboración muy fructífera que se fraguó hace algunos años y que continúa vigente.
 
 

Artesano del diseño
 En “La Bella y la Bestia” los muebles, tazas y cubiertos hablaban y cantaban sin cesar,   una circunstancia similar a la que parecen invitar los diseños de este creador y artesano que comenta que desde que dejó de hacer “cosas serias” a su empresa le ha ido mejor.

Su trabajo como escultor le sirvió para abrir vías nuevas de diseño y en su propio garaje fue donde comenzó a experimentar con la madera y todas las posibilidades que ofrece. Sus inicios estuvieron plagados de cubos, triángulos y cuadrados. Ni el mismo imaginaba que las formas geométricas y las líneas rectas fueran a ser la antítesis de su trabajo posterior.

Cajones, colores, patas y complementos, como las asas de los cajones son ojos y boca actualizados que se ensamblan a la perfección en el diseño. 

“De hecho mi profesor no estaba muy seguro de que eso fuera arte y no admitía que uno de sus alumnos se dedicara a realizar muebles”, dice. Tenía que escoger y eligió. Ahora esa misma escuela en la que se formó contiene una rama dedicada al mobiliario.

Desestructurados, pero funcionales
Sus muebles no están reñidos con la funcionalidad que se le exige a una cómoda, una estantería, un sofá o una mesa convencional porque a pesar de que se trate de diseños juguetones, pura exposición para el hogar sus apariencia  no está vinculada solo a dormitorios infantiles sino a cualquier espacio de la vivienda, y su utilidad va más allá de las formas. 

Un agudo sentido del humor le lleva a fusionar una cómoda con una mitad tratada como el fuelle de un acordeón; vestidos-armarios; armarios como relojes de cuco, sillones-librería ideas que no tienen límites y que se han ido ampliando de un espacio íntimo como es una casa a más ambientes como hospitales, aeropuertos y zonas de juegos. 

Beaumont asegura que aunque no le molesta el calificativo de diseñador de muebles para niños, pero ese título pone fronteras a su creatividad y considera que es más acertado decir que hace muebles para “todas las edades”. 

Lo que le lleva a demandar su deseo de ser un artista serio alejado de cualquier etiqueta y que busca el reconocimiento a su trabajo sin que cuestionen su valía como artista.