Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Buena vida

¡Qué vivan los excesos!

Los diseños barrocos, los textiles con brillos y los espejos dorados siguen siendo un clásico.

Los diseños barrocos, los textiles con brillos y los espejos dorados siguen siendo un clásico en la decoración. El exceso se exhibe sin pudor.

 No importa en qué lugar, de dónde proviene ni por qué decidimos incluirlos entre el mobiliario de cabecera de nuestro hogar, lo cierto es que dorados y brillos, muebles ampulosos, maderas nobles y lámparas de bronce y cristal, herencias de tiempos pasados o nuevos diseños con aire antiguo copan parte de la decoración.

El famoso dicho de “el pasado siempre vuelve” no puede ser más cierto en cuanto a modas y tendencias se refiere, comentan los responsables del portal de decoración Achica.es.

Quizá las series de televisión de época han tenido mucho que ver con este reencuentro con el mueble antiguo, por el deseo de retomar el buen acabado, un poco de glamour y delicadeza en los diseños, que además siguen siendo funcionales a pesar de no caer en las líneas rectas.

 “Cada vez es más común ver ambientes y espacios que parecen sacados de cualquier película de época. Y es que la decoración del hogar, al igual que las prendas con las que nos vestimos día a día, refleja nuestra personalidad, nuestro gusto y nuestras predilecciones”, dicen desde el portal.

 Los interioristas de la firma proponen piezas muy actuales con toques inspirados en la época dorada del barroco, dónde la clave del estilo era el ornamento, la suntuosidad y el exceso.

NOGAL Y COLOR

Lo que a priori puede parecer una tendencia recargada, lo cierto es que sabiendo combinar con acierto una decoración tradicional con otra contemporánea el hogar resulta un espacio elegante y refinado.

 Una cómoda inglesa en nogal, sinuosa y generosa en las formas es ideal para un espacio de paso, donde la luz dulcifica el tono oscuro de la madera y la extensión de la zona deja que se luzca.

 Sobre ella voluptuosos jarrones en coloridos tonos aportan un toque distinto, a pesar de que un cuadro paisajista ocupe el espacio superior enmarcado en un generoso marco dorado.

Una consola de mármol, sostenida sobre bronce con dibujos de hojas de olivo y cadenetas doradas, el mismo tono de sus patas sirve como mesa de recibidor sobre la que se sustenta desde un jarrón a un cuenco para las llaves o hasta una mini escultura romana para no desentonar.

 TERCIOPELO Y BRILLOS

Textiles de terciopelo oscuro destacan sobre un sillón de estilo principesco enmarcado en plata, por cuyas patas se dibujan hojas y en cuyo perfil superior recovecos rizados le encuadran en otra época.

Los brillos en tonos claros, satén en cojines y cortinas con estampados en blanco y oro contribuyen a crear una atmósfera barroca sin abigarramientos.

Sillas de comedor con patas cruzadas, respaldos que se asemejan a tronos, esbeltos y estirados; capitonés, cuadrados o rectangulares compiten con ovalados, horizontales y verticales, en una fantasía sin fin para todos los gustos.

Christopher Guy redefine la sofisticación de sus espejos con una mezcla de estilos que “evoca una forma de vida cosmopolita”. Una manera sencilla de introducir el barroco en cualquier espacio de la decoración de una forma útil.

Espejos rectangulares, redondos, de sobremesa, octogonales o rectangulares sobrios o profusos en su enmarcación y diseño.

Pequeños detalles de marcos de fotos de estilo barroco en dorado, cojines y minicómodas y mesitas de patas doradas, casi suspendidas en el aire por la delicadeza de su apoyo, constituyen pequeños esbozos sobre cómo iniciarse en el barroco.