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Desirée Cepeda: "Lo que está aquí yo lo soñé e hice realidad"

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Desirée Cepeda: Lo que está aquí yo lo soñé e hice realidad

Santo Doningo. No importa si a esta diseñadora de interiores se le hubiera ocurrido estudiar medicina o derecho, la sangre creativa que corría por sus venas terminaría por traicionarla. Con un padre artesano de la madera y una madre ceramista, esta mujer, graduada de diseño, comenzó a enviarles arreglos de flores a sus clientes como agradecimiento, pero ellos quedaban prendados y les solicitaban algunos para regalar. Así comienzan los primeros pasos de Madé Flores y Eventos, que arriba a su segunda década creando mágicas bodas y otros eventos.


P. Antes de que la fiebre vintage surgiera, ya Madé tenía su estilo marcado, ¿se aferraba al pasado o se adelantó al futuro?

R. No, creo que ha sido un estilo que se ha creado. Nunca hemos estado aferrarnos al pasado, creamos nuestro propio estilo y ahora llegó la moda de ese estilo. Pero siempre tuvimos el nicho de la gente que gusta y busca de este estilo.

P. ¿Cómo ha logrado mantenerse durante tanto tiempo, en especial cuando en los últimos años surgió una proliferación de organizadores de eventos?


R. Creo que apegada a nuestra identidad y el trabajo constante e innovando diariamente. La perseverancia es lo que nos ha hecho permanecer por tanto tiempo.

P. Para ti, ¿cuál sería un pecado a la hora de decorar?

R. Copiar. Es algo que nos está arropando.

P. Ahora que lo mencionas, con esto de las redes sociales ¿cómo se han manejado con los clientes que vienen con su idea impresa?

R. El cliente siempre va a querer algo parecido a la actividad de alguien, algo que vio en una revista o con una fotografía, y puedes tomar una idea. Pero el pecado capital, yo diría que una violación al trabajo de un creador, es copiar exactamente lo hecho por otro colega. Para mí eso es una violación total de principios.

P. ¿Entonces cómo haces cuando te dice que quiere exactamente el diseño que ha traído?

R. Por lo general, el cliente que viene aquí lo hace buscando mi estilo, y llega confiado. Tengo esa suerte de que puede traer una idea, pero cuando le hago una presentación basada en lo que he hablado con él, lo que he obtenido de su personalidad, por el lugar donde será y el clima, al final el cliente elige la opción del patrón que le hemos hecho, claro, con la base de algunas ideas de lo que ha traído.

P. ¿Imaginaste a Madé como lo que es hoy?

R. Creo que sí. Desde pequeña siempre dije que quería tener algo, que deseaba tener un negocio. Creo que todo lo que está aquí yo lo soñé e hice realidad.

P. ¿Por qué si tu amor primario fueron las flores, no te inclinaste por un vivero?

R. Yo lo que soy es diseñadora de interiores, artesana y creativa. Entonces, siento que eso me limita, yo tengo y siembro flores, en mi casa de campo tengo un vivero donde siembro, pero realmente yo me voy más allá de lo que es, me voy a la parte de creatividad, de diseño y siempre me gusta dar un poco más en un arreglo floral, en una boda, en una mesa o interiorismo. Sentía que si me ponía a cultivar orquídeas me iba a pasar la vida cultivando orquídeas, y me apasionan porque las siembro y las cultivo, pero me gusta más involucrarme con otras cosas, con la madera, mezclar.

P. De todas las flores, ¿cuál es tu preferida?

R. Me gustan los girasoles, pero soy más amante de los follajes, las espigas, y si de eso se trtata, mis favoritos son los helechos.

P. ¿Y de los materiales naturales con los que trabajas?

R. La madera. Es lo más noble al combinar, me gusta mezclar lo muy sofisticado con lo rústico, lo romántico, como el encaje, puesto quizás en una tabla rústica. Tengo pedazos de madera que me he encontrado en el camino y que me han acompañado por casi 20 años. Por más rústico y feo que sea un palo, se puede lograr magia.

P. ¿Cualquiera puede decorar?

R. Creo que sí, porque la decoración es algo que va en el espíritu, en el estado de ánimo. Una recién casada por ejemplo, quiere poner flores para su marido y va al mercado, las elige y las pone, y creo que tiene más sentido cuando lo haces con amor. Quizás no lo hará como una profesional, pero sí creo que todos pueden decorar.

P. ¿Y si lo ponemos a nivel profesional?

R. Creo que la decoración es un arte y hay que perfeccionarlo. Pero eso está también muy relajado. Hay personas que cogen un curso y presumen de ser un grandes decoradores. Lo mismo pasa con la moda, haces un cursito de costura y ya dices "soy diseñador". Creo que no, que todo hay que estudiarlo, pero la ventaja del diseño y del decorador es que se nace con eso. Si tienes esas facilidades, puedes hacerlo. Pero hay que tener la pasión, la intención y realmente, la disposición.

P. ¿Cuáles son los retos que enfrenta hoy día la organización de eventos?

R. He tratado de tener un estilo propio, auténtico. Para mí el reto personal es que los diseñadores y decoradores dominicanos puedan hacer consciencia de que estamos en el trópico, que somos una isla, somos caribeños y tenemos raíces culturales que podemos perfectamente fusionar con lo que es el arte, el diseño. El reto más grande es hacerle ver a la persona y al mundo que somos isleños y no podemos estar decorando como los parisinos ni como los londinenses; que tenemos muchos recursos naturales como playas y montañas. Nos encasillamos siempre en hacer bodas y eventos muy aparatosos, muy cargados, cuando tenemos muchos elementos que nos darían más fuerza, culturalmente, como nación. Desde el vestir, los trajes de novias, los arreglos de flores, por Dios, aquí usamos tulipanes en pleno trópico cuando tenemos muchísimas flores tropicales y exóticas con las que podemos hacer bellezas. Eso nos daría fortaleza, porque en Colombia los ciudadanos son locos con sus orquídeas, las trabajan y han desarrollado eso, pero entonces nosotros debemos desarrollarnos en la parte de diseño como dominicanos, como isleños.

P. En un país donde lamentablemente está muy arraigado el complejo de Guacanagarix ¿los clientes piden este tipo de cosas?

R. No, casi no. Por eso es un reto, porque se trata de hacerle ver a la novia que sí se puede casar con un traje de algodón y usar gingeres de flores.

P. ¿Qué es más complicado, una boda o un evento con tema puntual?

R. Un evento puntual, para mí es grave cuando me limitan. Lo hago, pero pienso "eso lo puede hacer cualquiera".

P. Con tantos años en este negocio, ¿cómo te reinventas?

R. Reinventándome. Trato de fusionar lo que quiere el cliente con lo que tengo. Vivo escarbando, gracias a Dios tengo la capacidad de inventar, de explorar y siempre vivo mezclando materiales que sean poco usuales. Tengo la dicha de que me gusta mucho estar en contacto con la naturaleza, eso me ayuda a tener diseños más frescos. En cualquier bar, restaurante o carretera me puede surgir. Y no es que siempre vivo trabajando, esto lo hago con tanta pasión que si voy caminando y veo una tela que me llame la atención en un vestido, pienso que la puedo usar como mantel, lo mismo cuando voy al mercado y veo unas espinacas hermosas, se me ocurre que puedo utilizarlas para un arreglo.

P. ¿Qué proyectos futuros o sueños tiene para Madé?

R. Por lo general nunca me pongo sueños, porque todos son muy espontáneos. Estoy muy entusiasmada con las bodas, pero tal vez mañana me levanto y digo que me voy a ir por la línea de artesanía. No tengo límites. Mi reto o sueño podría ser que el dominicano cambie un poquito su forma de pensar y aprecie más lo que tiene. Madé es algo como medio filosófico-cultural, yo no solo pienso en hacer bodas y eventos efímeros, porque entonces nos quedaríamos así, efímeros. Pienso en que yo te hago la boda, pero también en que te lleves algo, que si utilizamos los diseños de un artesano local X reconozca que le hizo la boda. Para mí, el sueño de Madé es, a corto y largo plazo, que cada día los diseñadores de eventos trabajemos más con la mano de obra local, al menos un 50%, ya sean los productores de flores, las costureras de los manteles, la gente que hacen las bases o las velas.

P. Este local parece una boda eterna, el romance se respira en cada detalle ¿has pensado crear un espacio donde tus clientes puedan sentarse a tomar un café y hablar o recordar?

R. Sí, lo he pensado... pero no desarrollado. Quizás en un futuro integremos más esa parte de un café de novias o algo así.

 Estilismo: Aneury Monegro | Asistente de estilismo: Pamela Núñez | Maquillaje: Cary Michelle | Peluquería: Elvira Sepúlveda