¡A enmarcar se ha dicho!

Durante décadas los cuadros han sido -y seguirán siendo- el accesorio decorativo por excelencia a la hora de vestir nuestras paredes. Sin embargo, este año esta tendencia va a dar un giro de 360 grados al incluir no solo obras de arte y fotografías, sino ¡todo lo que pueda ser enmarcado!

Siempre es buen momento para dejar que aflore tu vena de artista. De hecho, en la telaraña de internet en general, y en las redes sociales en particular, existen infinidad de ideas que prenderán el bombillito de tu creatividad y te llevarán, paso a paso, a elaborar lindas manualidades.


En las habitaciones de nuestros pequeños podemos enmarcar en diferentes tamaños, formas y colores. Colgar en las paredes los mejores trabajos del preescolar, la fotografía de su anuario, las huellas de sus manitas, sus carritos favoritos, aquella muñeca de trapo que adora, su primera ropita al salir del hospital... ¡Es la mejor forma de crear un collage de color e historia!



En la cocina puedes enmarcar pañitos de crochet, platos, un set de cubiertos antiguo, recetas de la abuela, sellos, postales, láminas de frutas o vegetales. Solo mira a tu alrededor y encontrarás miles de ideas.

Enmarcar no solo es una idea fenomenal para decorar con poco presupuesto, sino que es la oportunidad idónea de colocar y preservar lo que entendemos importante, lo que nos trae buenos recuerdos y lo que nos evoca nostalgia; monedas, poemas, flores secas, la invitación de tu boda... Es cuestión de dejarte llevar, de reunir los objetos y de enmarcarlos para que te recuerden la historia.

Diario Libre