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Día de las Madres
Día de las Madres

Lactar: La mejor decisión

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Lactar: La mejor decisión

Siete historias, una misma experiencia: madres que han decidido dejar lo mejor de sí mismas a sus bebés a través de la lactancia. Cuando en República Dominicana solo un 4.7% de los bebés son lactados exclusivamente antes de los 6 meses [ENDESA 2014], estas madres han decido romper con este triste paradigma e incluirse fuera de su porcentaje. El lente de Margaret Mora retrata la ternura de la unidad maternal que se da con el bebé a través de la lactancia. Con ella, nos sumamos a la corriente que levanta su voz a sabiendas que amamantar es la mejor decisión. Qué mejor manera de hacerlo que dejando que ellas mismas nos cuenten su historia.

Brenda Taveras Delgado

Madre de Javier Elías Rosado Taveras [5 meses]

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¿En qué momento decidiste lactar a tu bebé? Desde que me enteré de que estaba embarazada. Es lo normal y natural.

¿Recibiste el consejo de alguien en particular o nació de ti? En realidad nació de mí. Mi mamá nos lactó a mis hermanas y un tiempo a mí. Mi hermana lactó a mi sobrina, y yo también estaba deseosa de ese contacto de amor.

¿Cómo fue el proceso cuando empezaste? Fue algo doloroso pero al mismo tiempo maravilloso.

¿Cuál ha sido la parte más difícil? La desinformación. Sé que existen grupos de lactancia, pero me abrumaba mucho tener que estar en un grupo de whatsapp, sin contar todo lo que estaba viviendo, que era nuevo y abrumador para mí. Fue un proceso difícil, y no culpo a las mamás que no logran hacerlo, ya que se necesita un toque grande de curiosidad y de ganas. El trabajo de la Liga de la Leche hay que apoyarlo.

¿En algún momento te has sentido tentada a dejar de hacerlo? Todos los días del primer mes me sentía tentada. ¿Verdaderamente se está alimentando? ¿Por qué llora si hace 30 minutos que me lo pegué? Esto me daba ganas de dejarlo todo y satisfacerlo. Además estaban los picos de crecimiento, que eran abrumadores, en donde Javier quería vivir todo el tiempo pegado a mí. El primer mes es caóticamente hermoso. Ambos estábamos aprendiendo.

¿Cuáles han sido los beneficios? El contacto mamá y bebé. El amor que se transmite y que recibes. El agradecimiento de Javier hacia mí. Yo lo alimento, yo le doy vida, depende de mí. Y todos los beneficios de gozar de una buena salud, de tener un peso adecuado, de ser un niño seguro y feliz. ¡Y sobre todo que es gratis!

¿Cómo describirías la experiencia? Ahora me parece maravillosa. Amo lactar. Ahora mismo produzco más de lo que él se toma, y mi banco de leche está repleto. Javier y yo estamos felices.

Jennifer Lueth de Hernández

Madre de Aisha Joy Hernández Lueth [8 meses]

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¿Recibiste el consejo de lactar de alguien en particular o nació de ti? Empecé a leer y educarme más sobre esos temas y para mí fue increíble entender como nuestros cuerpos estuvieron diseñados y creados para dar a luz y poder alimentar a nuestros bebés. Decidí con mis dos hijos tener partos naturales y lactar.

Describe esos primeros días. Con mi primer hijo, los primeros días fueron muy difíciles, y aunque leí mucho sobre qué esperar, no es lo mismo experimentarlo. El cuerpo está cambiando, haciendo lo que tiene que hacer, pero todo se sentía raro. Como primeriza me preocupaba si mi hijo estaba recibiendo la suficiente leche. ¡Me sentía cansada, abrumada e incómoda y cómo el bebe nunca dejaba de comer! Nos tomó tiempo aprender juntos cómo hacerlo. Con mi segunda bebé me sentía mucho más cómoda, porque poseía la experiencia y confiaba en mi cuerpo. Aunque los primeros días fueron retadores, todo fluyó mucho mejor.

¿Cuál fue la parte más difícil? Lo más difícil ha sido, tras el regreso al trabajo, seguir extrayendo leche. Pero lo hago felizmente y con gratitud sabiendo que es la mejor alimentación que le puedo dar a mi bebé. También me siento muy agradecida porque en mi trabajo me han apoyado y provisto un sitio privado y el tiempo necesario para hacerlo.

¿En algún momento te has sentido tentada a dejar de hacerlo? He tenido momentos difíciles, pero nunca he querido parar. Después de pasar por esa experiencia entiendo totalmente porqué hay mujeres que dejan de hacerlo, es un gran compromiso y desafío. ¡Es tener una criatura 100% dependiendo de ti! Lo que me ha ayudado ha sido no dejar de leer y educarme sobre la lactancia para poder entender, prepararme mentalmente para este compromiso que conlleva tiempo, energía de tu mismo cuerpo y tener apoyo, personas positivas que entienden lo que estás pasando.

Natalia Nin González

Madre de Guillermo Daniel H. Nin [22.5 meses]

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¿En qué momento decidiste lactar a tu bebé? La lactancia nunca fue una decisión que tuve que pensar, al ser algo natural no tuve en mente otra opción. Vivir de cerca procesos de salud de sobrinas cercanas por la leche artificial, más el gran porcentaje de enterocolitis necrotizante [perforación del intestino] que puede ocurrir por la leche artificial hizo que siempre estuviera decidida.

¿Cuál ha sido la parte más difícil? Poder estar con tu bebé desde que nace lo más pronto posible es una tarea difícil dentro de nuestras clínicas privadas, tuve que insistir mucho para estar con mi hijo y que no le dieran leche artificial. Guillermo Daniel nació de 7.1 libras y, debido a las anestesias y las medicinas que me dieron, dormía mucho y no quería comer. A los cinco días bajó de peso y se convirtió en un niño prematuro. Mi grupo de ‘Madres Apoyo’ me hizo una cita con Yanet Olivares, consultora certificada de Lactancia IBLC y representante de la Liga de la Leche en nuestro país, y esto nos salvó.

¿En algún momento te has sentido tentada a dejar de hacerlo? ¡Claro que sí! Dentición, congestión y mordidas no son una buena combinación. De los 9 a 11 meses pensé que renunciaría. La lactancia es una relación de dos, ambos debemos disfrutar. Compartir con madres que ya han superado eso y retos más fuertes te da el ánimo para seguir adelante sin renunciar. Un día a la vez.

¿Cuáles han sido los beneficios? Uno de los beneficios que más me ha impactado es que las veces que he llevado a mi hijo a emergencias por virus no me lo internan porque aún está lactando, estar tranquila porque sé que previene el síndrome de muerte súbita, evita muchas reacciones alérgicas, previene la obesidad aún cuando su peso sobrepase los límites, y su cuerpecito lo digiere fácilmente por lo que evita crisis fuertes de cólicos, diarrea o estreñimiento. Y a mí me ayudó mucho a recuperarme de la cesárea y prevenir la hemorragia post parto.

¿Por qué les recomendarías a otras madres que lacten? Porque ver a tu hijo sano, feliz, creciendo no tiene precio. Todo lo demás sí.

Yaneury Feliz

Madre de Kenneth [2 años y 2 meses] y Derek Sosa Feliz [6 meses]

Ambos lactados simultáneamente (lactancia en tándem)

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¿Cómo fue el proceso cuando empezaste a lactar? ¡Bueno! Los primeros días fueron cruciales para establecer nuestro vínculo, verificar el agarre, piel con piel, algunas grietas, sentir seguridad de que mi cuerpo respondería al estímulo del bebé y, sobre todo, confiar en que lo lograríamos.

¿Cuál fue la parte más difícil de lactar a tu bebé? Diría que los primeros 15 días, porque el buen agarre se logra con la práctica y mientras eso sucede se te agrietan un poquito los pezones y duele. Además de los famosos “opinólogos”, que se acercan con sugerencias y consejos que en su gran mayoría van en contra de la lactancia y crianza respetuosa.

¿Cuáles han sido los beneficios? ¡Muchísimos! Para mí el más importante es el vínculo de amor perfecto creado entre madre e hijo.

¿Por qué recomendarías a otras madres que lacten? Recomiendo 100% la lactancia materna por sus beneficios tanto para la madre como para el bebé, es una experiencia maravillosa, trae sus frutos en el futuro. En mi caso es una de las mejores decisiones que he tomado.

Katia Anasol Salomón Mejía

Madre Fabrizio Nicolás [16 meses de edad]

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¿En qué momento decidiste lactar a tu bebé? Desde que tuve conocimiento que estaba dentro de mí, sabía por fuentes

externas de sus beneficios y entendía que él era merecedor de esas virtudes, costara lo que me costara.

¿De quién recibiste el consejo de lactar? A mediados de mi embarazo, un familiar cercano me había comentado de un grupo de apoyo de lactancia, llamado la “Liga de la Leche”, confieso que hasta el nombre me provocaba risa y yo, muy ignorante en el tema, no veía dónde necesitaría ayuda, y solía relajar mucho con eso; pero fui privilegiada y meses antes de dar a luz entré al grupo, pude iniciar mi aprendizaje y fue la apertura a mi mundo de la lactancia.

¿En algún momento te has sentido tentada a dejar de hacerlo? Es como los “meme” de la ranita René que dicen “luego se me pasa”... todavía lacto a mi bebé y me extraigo con la máquina, porque no le veo sentido, si tengo leche, en darle una artificial, por eso aún 1 año y 3 meses después andamos con la máquina en mano. A veces la fatiga me gana y me canso de extraerme y de lactar, pero luego recuerdo que Fabrizio nunca se ha enfermado y se me pasa [risas].

¿Cuáles han sido los beneficios? Fabrizio nunca se ha enfermado, siempre aumentó de peso correctamente, pero sobre todo al tenerlo tan cerca se les trasmite tanta seguridad, tanto calor y tanto amor del bueno que eso, sin duda, los hace más fuertes.

¿Cómo describirías la experiencia? Hasta mi inicio fue divino, pues desde ese momento supe que por Fabrizio lo puedo todo, y que ponerme una capa y ser la mujer maravilla era poco para darle lo mejor.

¿Recomendarías a otras madres que lacten a sus hijos(as)? Que pregunta tan fácil, obvia y difícil de responder [risas]... Les recomiendo que se pongan la capa y estén dispuestas a hacer todo por sus hijos; que hay que empeñarse, aunque ningún sacrificio lo es si los beneficios te compensan por mucho todo lo vivido; les garantizo que sus bebés tendrán el mejor alimento del mundo mundial, serán más fuertes y sanos, y les aseguro que esa sensación tan sublime no tiene precio...

Sofía García de Granata

Madre de Alfonso Esteban Granata García [5 meses]

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¿En qué momento decidiste lactar a tu bebé? Desde que estaba embarazada. Tomé clases pre-natales que trataban el tema de la lactancia.

¿De quién recibiste consejo? De mi doula Sary Méndez de “Naciendo”, y de mi amiga Marisleyda, madre de gemelas lactadas exclusivamente desde su nacimiento. Ambas llegaron a la clínica tras el parto y me ayudaron a pegar al bebé. Su ayuda fue clave.

Describe los primeros días de lactancia... Fueron intensos, de muchas emociones. Alfonso Esteban se pegó al seno inmediatamente, pero al cuarto día yo tenía mucho dolor en los pezones. Me recomendaron usar las pezoneras, sentí un gran alivio y pude seguir lactando. El apoyo de Alfonso, mi esposo, me mantuvo firme y confiada, lo único que él no podía hacer era dar el seno, pero se encargaba de todo lo demás.

¿En algún momento te has sentido tentada a dejar de hacerlo? Gracias a Dios no. Estaba convencida de que era lo que quería y era lo mejor para mi bebé, a pesar del dolor y el temor seguimos adelante. Hubo días difíciles, estirones y crisis de crecimiento pero en esos momentos conté con el apoyo de amigas que nos encontrábamos en la misma etapa. Otra cosa es que nunca tuve fórmula en nuestra casa, no la consideraba una opción, porque hay momentos en que lo piensas y puedes desistir.

¿Cuáles han sido los beneficios? Innumerables. Para mí el más importante es la relación que he desarrollado con mi bebé, en intimidad. Con nuestras miradas nos decimos lo que con palabras no podríamos. Siento que más de lo que yo he podido darle a él, es lo que él me ha dado a mí. A la hora de salir, no tenemos que llevar biberones, todo es mucho más fácil y práctico. Y, obviamente, está la parte económica, no hemos tenido que comprar nada de leche.

Por qué lo recomendarías a otras madres. Porque van recibir el regalo más hermoso y puro. Que confíen en ellas mismas y en su cuerpo. Y, sobre todo, que lo hagan porque quieren y lo disfrutan, no se dejen presionar. Tenemos que enfocarnos pero no obsesionarnos, si estamos relajadas todo fluye.

Arlette Espaillat Adames

Madre de Lourdes Báez Espaillat [7 meses y 2 semanas]

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¿En qué momento decidiste lactar a tu bebé? Siempre he sabido que lactar es la mejor opción tanto para el bebé como para la madre, así que desde que supe que estaba embarazada quise que fuera así.

¿Recibiste el consejo de alguien en particular o nació de ti? Nació de mí, pero me he orientado bastante con mis doulas de parto, con un grupo de madres que hemos formado a partir de las clases de “Naciendo” y con la pediatra de Lou, que es también nutrióloga pro-lactancia.

Describe esos primeros días... Lourdes se arrastró en busca de mi pecho desde el momento en que di a luz. Así fue como empezamos a conocernos, en un intercambio de miradas al lactar... Al principio se me salían las lágrimas de la emoción al ver a este pequeño ser humano alimentarse de mí con tanta ternura. Se establece una conexión demasiado fuerte e indescriptible.

¿Cuál ha sido la parte más difícil de lactar? Hay algo que se llama picos de crecimiento, donde los bebés necesitan que la madre cambie o aumente su producción de leche. En esos momentos Lourdes parecía no estar satisfecha con nada y se desesperaba mucho en cada toma. Esto puede llegar a ser frustrante, pero si una identifica que están pasando por esto, solo hay que armarse de valor y mucha paciencia, porque luego todo vuelve a la normalidad.

¿En algún momento te has sentido tentada a dejar de hacerlo? No, al contrario, no quiero que se acabe. ¡Me encanta!

¿Cuáles han sido los beneficios? Para mí, el vínculo que he creado con mi hija. La liberación de oxitocina, la “hormona del amor”. Que está disponible 24/7, es práctico y gratis. Es súper completa, los bebés crecen sanitos y fuertes y sus nutrientes se van adaptando a sus necesidades...

¿Por qué recomendarías a otras madres que lacten a sus hijos (as)? Porque lo van a disfrutar muchísimo. ¡Es parte integral de ser mamá mamífera!

Fotos: Cortesía de Margaret Mora

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