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Reconocimiento al mérito academico

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Reconocimiento al mérito academico

Gisell Liriano, Omar Santana, Johanna Whilkis y Jeffrey Áreas fueron testigo de esa experiencia, pues el Banco Popular los eligió como becarios para el programa Excelencia Popular, que cubrió todos los gastos de su desarrollo académico.

Excelencia Popular es un programa que ofrece oportunidades de estudios a jóvenes dominicanos de escasos recursos económicos. Además, les permite vivir la experiencia laboral dentro de la institución para que así pongan en práctica los conocimientos adquiridos y desarrollen sus habilidades profesionales.

Casi 20 años después...

A Gisell y a Omar les tocó experimentar el programa Excelencia Popular en 1997 cuando el programa recién iniciaba. Compitieron con 400 candidatos del Liceo Ramón Emilio Jiménez y, junto a otros ocho estudiantes, recibieron la oportunidad de costear sus estudios universitarios y encontrar una brecha laboral en esa entidad financiera.

“Cuando me llamaron no lo podía creer, fue como un sueño hecho realidad. Mis padres y yo nos abrazamos porque sabíamos que más allá de esa oportunidad había un futuro en el que ya me visualizaba”, comentó Gisell luego de recordar su crecimiento: se inició como pasante y hoy es la Sub-gerente de tarjetas.

La noticia llegó a oídos de Omar, su madre y seis hermanos –quienes miraban la educación universitaria como una utopía– y la algarabía era de esperarse. El joven estudiante fue asignado en el área de ingeniería [cambiando bombillos], fue mensajero interno, pasó por el área de inventario y, ahora, es el Gerente de Planeamiento y Presupuesto.

La historia se repite

En la más reciente versión del programa, Johanna Whilkis y Jeffrey Arias fueron los seleccionados. La primera estudia economía; el segundo, ingeniería en tecnologías de la comunicación.“Para mí era algo imposible porque mis padres no tenían los recursos para costearme los estudios”, comentó Johanna, quien a sus 21 años ya tiene entre su lista de propósitos contribuir con el desempeño del banco a partir del aprendizaje que promete esta etapa académica.

Jeffrey lo vio como un alivio porque su mayor anhelo era liberar a su madre de esta carga económica. A sus 18 años de edad espera graduarse con honores y conseguir nuevas oportunidades para estudiar en el extranjero [con lo que la empresa está dispuesta a colaborar].

De interés

Desde 2015 el programa contempla una inversión superior a los RD$13.5 millones. Esos fondos sirven para mantener los estudios de 170 becados sobresalientes, tanto universitarios como de grado técnico.

Los jóvenes beneficiarios pertenecen a 18 instituciones educativas y se desarrollan en 16 áreas del saber, que van desde las carreras inherentes a los negocios, como la administración de empresas, la ingeniería en sistemas o la publicidad, a áreas claves para el desarrollo sostenible del país como la agroempresa, la psicología educativa o las ciencias naturales.

Son las propias instituciones educativas las que eligen a los beneficiarios, en función de su nivel académico y su extracción social.

El alcance del programa va más allá del nivel universitario y técnico, ya que también incluye becas a estudiantes de escasos recursos de niveles básicos, como el soporte brindado a 25 alumnos de la institución Niños y Niñas con Don Bosco; además, cerca del 9% de los niños becados tienen condiciones especiales, como es el caso de los 10 alumnos del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa y los cinco del Instituto de Sordomudos.

En palabras de Mariel Bera, vicepresidente del Área de Relaciones Públicas, la entidad bancaria entiende que “como empresa socialmente responsable, tenemos el compromiso de desempeñar un rol fundamental en el fomento del desarrollo humano y la creación de oportunidades, a través de la ejecución de iniciativas reales que logren vidas sostenibles”.

Fotos: Bayoan Freites y fuente externa.

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