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Realidad financiera de los milénicos

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Realidad financiera de los milénicos

La tendencia mundial de los nacidos después del año 1989 (llamados ‘generación Y’ o ‘milénicos’) es a ser más pobres que sus padres. ¿La generación de los babyboomers y la X tuvo mejor suerte?

No pienso que sea cuestión de suerte, me parece que es una situación creada por los cambios en muchos frentes. Hoy la desocupación juvenil, que afecta directamente a los milénicos, es la más alta en casi todos los países. Debemos ver los factores que tienen en común y buscar soluciones.

Claro está que las estadísticas muestran tendencias generales. Hay muchos que han superado a sus padres. Quizá como lector no podrás encontrar soluciones globales, la idea es que podamos aprender de las particulares. Así podemos minimizar el efecto en lo personal. Si todos lo hacemos, el resultado sería general. Lo principal siempre es no esperar que factores externos cambien para lograr la modificación del estado que no me conviene.

El nivel de ingreso de los milénicos comparado con el de sus padres es inferior (basados en el valor adquisitivo, no en el monto). Por ejemplo: Había más probabilidades que un joven de 25 años pudiera comprar una casa en los años setenta que las posibilidades que existen hoy.

Hay grandes diferencias entre las clases sociales, nivel de educación y país. Lo importante es que son parecidos en todos los factores que inciden en que sea mayor el ingreso y el nivel ocupacional.

Es interesante ver como las estadísticas en los Estados Unidos nos muestran como los jóvenes de hoy tienen mayor preparación académica que sus padres, sin embargo, a la misma edad no consiguen ingresos que superen a sus progenitores. ¿Será la gran oferta de profesionales? Quizá. Es importante entender que el nivel académico de antes no bastaría hoy. Un egresado de la escuela podía iniciar un trabajo y escalar bien arriba. Hoy ya no es posible sin título universitario y posgrados a granel.

Por otro lado, tenemos las deudas. Desde la generación X (la nacida entre los 60’s y mediados de los 80’s) el dinero ajeno se puso más a la mano. Bajó el costo de tomar prestado y muchos aprendieron que primero se disfruta y luego se gana el patrimonio de los lujos. Las deudas tontas llenan la columna de pasivos de los jóvenes y la realidad financiera no es lo que se muestra. Su balance tiende a ser negativo... deben más de lo que poseen.

Los factores que hacen a muchos jóvenes tener mayor poder adquisitivo que sus padres los puedo resumir en:

Tener una buena educación financiera. El que aprende que primero se gana y luego se gasta lleva una parte del camino ganada. Como explico en mi libro Arco Iris Financiero, lo primero es crear el capital que nos hará libres. Necesitamos tener dinero para iniciar un negocio. Estamos obligados a tener dogmas financieros que hagan crecer nuestro patrimonio y no nuestras deudas.

Tener una excelente capacitación. No en todos los lugares se aprende igual. Y la educación cara no es obligatoriamente la buena. Tampoco es necesario ser bueno en todas las materias. Debemos conocer nuestras fortalezas y sacarles provecho, neutralizar las debilidades y saber aprovechar las oportunidades.

Obtener títulos que sirvan para ganar dinero. Aprender algo que no será útil para generar dinero no es una buena inversión... a menos que sea un hobby. Elegir la información que nos hace falta para triunfar es asertivo.