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Si lo dejo para mañana quizá no lo logre

“Mientras más tarde inicio, más rápido debo correr”

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Si lo dejo para mañana quizá no lo logre

En las finanzas hay principios que muchos no les hacen caso y luego les queda solo lamentar. No es lo mismo pensar en el futuro cuando se tiene 25 años que cuando se ronda los cincuenta. Aquí algunas sugerencias para planificar el futuro en las diferentes edades.

Mi primer salario: Si tienes menos de 30 años o quieres orientar a alguien en ese nivel tendrás que pensar en grande. El salario de los jóvenes no es medida para planificar el futuro. En esta etapa es mejor acompasar el gasto a los ingresos.

Guardar el 20% de lo recibido para un emprendimiento o inversión futura es mi sugerencia. Quizá así no pueda exhibir siempre el último teléfono que salió al mercado ni visitar cada fin de semana los lugares de moda, pero es lo mejor que puede aprender. Esperar para gastar con gusto en gustos es una autodisciplina que se paga con creces. Los magnates viven lujos por lo que invirtieron, no por lo que gastaron.

Inmediatamente tenga en su cuenta de metahorro [ahorro perpetuo] lo suficiente para abrir un certificado financiero es hora de ir a su institución financiera de preferencia y hacer esa primera gestión. Pregunte desde ahora cuál es el mínimo; le aseguro que en pocos meses podrá abrir el primero. Cada dos meses debe hacer lo mismo nuevamente con el monto acumulado. Recuerde, ese dinero sólo se podrá usar para inversiones y negocios, o sea, para hacerlo crecer. Si quiere comprar un inmueble propio podrá tomar una parte, no todo.

Ya soy adulto financieramente: Entre los 30 y los 45 años se alcanza la edad adulta en las finanzas. Definimos la tendencia de nuestra carrera y damos saltos importantes de incremento salarial o remuneración por negocios. Pensar en el futuro se hace difícil porque se quiere aprovechar la plenitud de la vida. Además, algunos gastos se incrementan, por ejemplo, la formación de una familia.

Queda definido si uno será empleado o independiente. Ambos poseen peligros financieros. La zona de confort del empleado lo abarca y se cree en seguridad. La inseguridad del diario vivir le da al independiente las agallas para luchar por más cada día.

El 10% de los ingresos del empleado debe destinarse al futuro. Su plan de pensiones debe estar funcionando y él le proveerá cerca del 50% de su último salario. El % que indico debe destinarse a un seguro complementario, con protección de vida por el período que su familia dependa de su ingreso; a una inversión de crecimiento máximo, como la bolsa de valores, y a aportes extras al plan de pensiones.

Los independientes deben ser muy cuidadosos. No deben sacarle capital a un negocio creciente, tampoco pueden descuidar su fondo de emergencias, ni deben disfrutar en demasía su éxito financiero. Cinco por ciento de sus ganancias debe ir al fondo de inversión y capitalización para hacerlo crecer al mejor ritmo posible, pero sin grandes riesgos, sin olvidar el seguro.

Maduré y no hice la tarea: ¿Pasa de los 45? Es hora de apurarse. No piense en lo que no hizo, inicie. El 25% de sus ingresos a un fondo especial, bolsa de valores o cualquier otra inversión segura que duplique la inflación. Si no es negociante no es hora de iniciar sin prepararse bien. Cuidado con los engaños.

AVISO: El 21 de octubre presentaré mi taller: “1 Millón de US$ para mi retiro”. Boletas a la venta en Escenario 360.

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