La moda tiene los hombros al aire
Lía Pellerano
La diseñadora colombiana Johanna Ortiz es una de las fuerzas mayores detrás del renacimiento del gusto por las blusas agualluvia. ¿Hacia dónde va la moda femenina de origen latinoamericano después de ese gran punto de inflexión? La misma Johanna lo responde.
Para salir de la pregunta más obvia: ¿Por qué el mundo ha vuelto a estar fascinado con el escote agualluvia, de hombros al aire?
Llegó cómo una tendencia muy fresca que fue muy exitosa porque resaltó una parte del cuerpo de la mujer que generalmente no es destacada. Para mí los hombros son la parte mas sexy del cuerpo de la mujer, y hasta el momento estaban completamente subvalorados.
En estos momentos Latinoamérica tiene tres potencias creativas: Chile con explosiones en la música y la arquitectura, Perú en la gastronomía y Colombia en materia de moda. Si bien las tres naciones están pasando por bonanzas económicas, ¿de dónde crees que viene esta explosión, y la colombiana en particular?
Creo que Latinoamérica en general pasa por un momento especial. La topografía y la biodiversidad colombianas se vuelven fuentes inagotables de inspiración, al igual que nuestras costumbres, bailes y rituales. Tenemos la fortuna de cargar con un legado cultural enorme que nunca queda fuera de lo que creamos.
Con tus piezas estás logrando un híbrido difícil, el del confort híper-femenino. ¿Por qué te enfocaste en la comodidad, si se supone que a la mujer latinoamericana le gusta andar “ajustada”?
Este es un estereotipo que no representa del todo a la mujer latinoamericana. La mujer latina es muy femenina y sensual, pero nunca se debe confundir la feminidad y la sensualidad con lo vulgar. Mis diseños invitan más a divertirse con la moda por medio de la moda, pues existe un balance entre lo divertido, lo elegante, lo femenino y lo sensual.
Las piezas de Johanna Ortiz están disponibles en Net-A-Porter, Moda Operandi y Neiman Marcus, pero también estarán a la venta en un desfile y trunk show que tendrán lugar este noviembre en Santo Domingo.
En el año 2016, ¿qué es, realmente, lo femenino?
Tiene mucho más que ver con expresarse y desenvolverse de una manera libre y divertida, con elegancia pero sin pretensiones.
Tus piezas han llevado nombres como “Rousseau” y “Voltaire”, y te has inspirado en lugares como Jerez de la Frontera para trabajar colecciones. ¿Crees que para ser un buen diseñador de moda hay que tener intereses amplios fuera de ella?
Para ejercer cualquier profesión hay que tener intereses y pasiones que vayan mas allá de lo que haces. Es lo que nutre la vida diaria y lo que puede transformar algo ordinario en algo extraordinario.
¿Ser latinoamericano está de moda en la industria creativa mundial?
La onda caribeña y latinoamericana definitivamente ha sido tendencia. Esto ha hecho que las propuestas de diseñadores latinos sean muy bien recibidas a nivel global.
Hay dos cosas que he escuchado de tu marca en Colombia: primero, que tus piezas son un éxito en las bodas y segundo, que lograste que tus compatriotas cambiaran de escote. ¿Por qué crees que has calado de esa forma en la psiquis de la mujer colombiana?
Pienso que todo es cuestión de proponer otras opciones, pues el mercado colombiano es muy receptivo y las mujeres se atreven con nuevas propuestas. Llegó un punto donde los escotes profundos y los cortes apretados se volvieron algo aburrido y muy visto. También creo que los colombianos aceptaron vestirse de diseñadores colombianos, pues hace unos años todo se compraba en el exterior.
Pero al mismo tiempo, otras latitudes se han quedado fascinadas con tus creaciones.¿Cuáles son los mercados internacionales cuya respuesta te ha sorprendido más?
El mercado árabe ha captado muy bien el ADN de la marca. Esto nos ha sorprendido, pues la forma de ver y abordar la feminidad es muy distinta.
¿Por qué tus piezas están confeccionadas netamente con mano de obra colombiana?
Por un lado, la mano de obra colombiana está muy bien calificada. Pero por otro, generar empleo en Colombia es una gran responsabilidad: esto genera tejido social y reduce las brechas.
DIRECCIÓN DE ARTE Y ESTILISMO: Jorge Brown —FOTOGRAFÍA: Theresa Balderas —ASISTENCIA DE PRODUCCIÓN: María Elena Valdes y Melisa Webb—PELO: Carlos Vera —MAQUILLAJE: Tiffany Alexander para MAC Cosmetics —MODELO: Bruna Geratti de Next Management
Lía Pellerano
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