Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
economia

Tono sombrío

La declaración de prensa de la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) que estuvo en el país entre los días 5 y 16 del presente mes contiene tonalidades sombrías, que contrastan con el carácter luminoso que tenían las que solían hacer las misiones que en años anteriores nos visitaban, integradas por técnicos diferentes a los que están a cargo ahora.

En esas ocasiones previas la tónica de los comentarios era favorable a la gestión de las autoridades. Sólo se excluía al sector eléctrico de las congratulaciones, y en algunas ocasiones daban a entender, de forma difusa, que podía convenir dejar deslizar más rápidamente el tipo de cambio de la moneda a fin de mejorar las cuentas externas.

En énfasis, en aquellos tiempos, estaba colocado sobre la política económica "anticíclica" que ellos auspiciaban, lo que en la práctica significaba un espaldarazo a los gastos del gobierno, aunque ello implicase un aumento del endeudamiento público y aunque la existencia del ciclo era cuestionable. Las varias emisiones de los bonos soberanos del gobierno y su venta en el mercado internacional estuvieron enmarcadas en este entendimiento con el Fondo, el cual proveyó también recursos propios dentro del acuerdo stand-by, que se sumaron a los aportados por otros organismos multilaterales. Veían la deuda pública como manejable.

La misión que vino ahora encontró muchas más debilidades. Ya no es sólo el sector eléctrico el que preocupa al FMI, sino que a éste se han añadido la ampliación del déficit fiscal, el aumento en la deuda pública, el incremento en la exposición de la cartera de los bancos al gobierno, la restricción de los préstamos al sector privado, el incumplimiento y falta de transparencia en la ejecución presupuestaria, el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos, la caída en las reservas de divisas, el deterioro en la implementación de políticas y la desaceleración en el crecimiento económico.