Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
economia

Fórmulas ecuatorianas

Aún los opositores del gobierno ecuatoriano admiten que la economía funciona ahora mejor que en años anteriores, pero dicen que todo se debe al petróleo y sus altos precios, que le han permitido dar bonos, construir viviendas, mejorar la salud, otorgar pensiones, duplicar los gastos en educación e invertir en una serie de obras públicas.

Pero ocurre que hay otros países que también tienen petróleo y no han tenido iguales resultados. En Venezuela, por ejemplo, el gobierno también ha aumentado los gastos sociales, pero no ha invertido tanto en la infraestructura petrolera, enfrenta escasez de energía, ha dejado caer la producción de alimentos y ha sido víctima de la inflación, al punto de haber tenido que devaluar la moneda un 32% este mes.

Dos cosas, en nuestra opinión, distinguen al gobierno ecuatoriano, una muy visible y otra que casi no se menciona.

Su defensa del patrimonio nacional es muy visible, pues cambió la forma en que las compañías extranjeras explotan los recursos del país. En lugar de contratos en los que las ganancias son para ellas y al gobierno le tocaba un remanente, acentuó el impuesto a las ganancias extraordinarias y otorgó concesiones en base a pagos por servicios, por lo que esas empresas trabajan para el país por montos predeterminados.

La causa que no se menciona es que a pesar de su retórica nacionalista, Correa ha dejado que el dólar siga circulando, como ocurre desde el año 2000. Se libró de ese modo de la manipulación en el valor de la moneda para subsidiar consumos, típico de gobiernos populistas, y por ende escapó de los problemas de sobrevaluación, controles, racionamientos, burocracia, salida de capitales, desabastecimiento y discriminación asociados a dicha manipulación.

Y, de paso, desmintió el argumento de economistas y gobiernos europeos de que sin una moneda propia era imposible capear los efectos de la crisis económica mundial.