Las AFP y su competencia

Cuando el sistema actual de seguridad social fue establecido, la competencia entre AFP's para atraer afiliados fue parte de sus fundamentos conceptuales. Y así sucedió, sólo que parcialmente.

La primera fase de la competencia, para la afiliación inicial de trabajadores, involucró campañas publicitarias, presentaciones, visitas y otros medios para conseguir afiliados, especialmente los que contaban con empleos estables y tenían largos horizontes laborales. Y como la afiliación fue inicialmente conjunta, por centros de trabajo, no fueron tanto los individuos sino las empresas y organismos los objetivos de las campañas.

Se presumía que luego del primer año vendría la segunda fase de la competencia, en la cual las AFP's tratarían de obtener nuevos clientes quitándoselos a otras. Se creyó que los afiliados estarían pendientes de los porcentajes de rendimiento neto que cada AFP obtenía para los fondos que administraba, igual que como un depositante en un banco puede estar atento a los intereses que otros bancos están pagando, y que iban a trasladar sus cuentas de una AFP a otra en busca de un mayor retorno para su dinero.

Esa segunda fase no ocurrió.

Quizás porque los instrumentos en que invertir eran muy escasos, ni las AFP's ni las autoridades se empeñaron en motivar a los afiliados para que compararan rendimientos. El énfasis estuvo en celebrar el crecimiento del dinero total acumulado y en permitir que los fondos pudieran ser invertidos en títulos más rentables del gobierno y del Banco Central.

La Superintendencia de Pensiones confía en que si la AFP Reservas rebaja las comisiones que cobra, los afiliados moverán sus cuentas allá y las demás AFP's tendrán que hacer lo mismo.

Eso supone que el rendimiento bruto de la AFP Reservas es equivalente al de las otras y, más importante, requiere de una actitud del afiliado que sólo tendrá lugar después de un intenso proceso educativo.

Gustavo Volmar