No ve razón para cambiar

El informe del Banco Central acerca de las decisiones de política monetaria tomadas en la reunión del mes de marzo envía la señal de que no hay necesidad de tomar medidas correctivas en este momento.

La inflación está bajo control, las economías desarrolladas se están recuperando, los países emergentes siguen creciendo, los precios del petróleo y algunas materias primas se mantienen nivelados, las condiciones financieras internacionales son estables, las tasas de interés continúan bajas a nivel mundial, la economía dominicana se expande al 5% anual, el aumento del crédito local al sector privado coincidirá para fin de año con el crecimiento nominal del PIB, el déficit externo de cuenta corriente disminuye gracias al turismo y zonas francas, y la inversión extranjera directa y las remesas contribuirán a apuntalar la estabilidad cambiaria.

En esas circunstancias tan favorables, ¿qué razón podría haber para modificar el curso de la política monetaria? Si no hay por qué arreglar lo que no está roto, lo mejor es dejar que todo siga igual.

Entre otros, no hubo mención en el informe respecto del aumento de la deuda pública, el nivel de las reservas de divisas, el monto de los certificados del Banco Central, las exportaciones de oro, el coeficiente de ahorro interno o la distribución del ingreso.

Dada la importancia que ha adquirido la política monetaria, por la debilidad de la política fiscal restringida por la lucha contra el déficit, los informes del Banco Central acerca de las consideraciones que motivan sus decisiones han llegado a ser el diagnóstico más escuchado sobre el estado y perspectivas de corto plazo de la economía nacional. Es seguido por inversionistas, empresas y entidades financieras, contribuye a la formación de expectativas, y ningún otro organismo oficial elabora informes similares. Por eso es importante, tanto por lo que dice como por lo que no menciona.

Gustavo Volmar