Peticiones en Costa Rica

Confirmando lo esperado, el candidato opositor Luis G. Solís ganó en la segunda vuelta de las elecciones nacionales en Costa Rica. El resultado era previsible, dado que el candidato oficial había decidido retirar su candidatura, al percatarse de que sus perspectivas de triunfo eran escasas.

Después del retiro de su adversario, el hoy presidente electo había expresado que su principal rival sería la abstención que la casi certeza del resultado causaría, y así ocurrió, pues el 43% de abstención que ayer se perfilaba no ha tenido precedentes para una segunda ronda.

El nuevo gobierno de Costa Rica enfrentará un déficit fiscal heredado de la administración saliente, aunque apenas de una tercera parte del que Danilo Medina heredó aquí.

Para corregirlo, el Ministerio de Hacienda ha propuesto una "hoja de ruta" que incluye congelar por cinco años el número de empleados públicos excepto en educación, aplicar el aumento por el costo de la vida al salario promedio y no al salario base, y una reforma fiscal para aumentar las recaudaciones incluyendo una reducción de las exoneraciones y un aumento en la tasa del impuesto al valor agregado.

Aunque en Costa Rica la percepción de la población en cuanto al gasto público es mejor que la que hay aquí, los sindicatos se oponen a las medidas propuestas y piden que sean respetados los derechos de los trabajadores y las pensiones.

Según los empresarios, la prioridad debe ser reactivar la economía y crear empleos vía un más rápido crecimiento del PIB, para lo que piden inversiones en infraestructura de transporte, menos trámites burocráticos y más créditos a los sectores productivos.

Y los usuarios quieren que baje el costo de la electricidad, el cual subió en 144% entre el 2005 y el 2013, para lo que piden sea eliminado el impuesto a los combustibles utilizados en las plantas de generación, y que el sector sea abierto a una mayor competencia.

Gustavo Volmar