Llegando al 16

Estamos a un paso del 16 de agosto, día en que los gobiernos comienzan o cumplen años, y como es habitual en nuestro medio proclive a rumores y juegos de azar, abundan las especulaciones en torno a sustituciones y nombramientos de funcionarios.

Hemos expresado varias veces que si el presidente considera conveniente sustituir un funcionario debe hacerlo en el momento en que haya llegado a esa conclusión. Esperar para hacerlo como parte de un conjunto de cambios puede suavizar la sustitución, al colocarla dentro de un paquete, pero no es lo mejor desde el punto de vista gerencial.

Aún así, este 16 es especial, aunque sólo sea porque marca el punto medio del actual ejercicio gubernativo, un momento propicio para decidir si seguir igual o modificar estrategias a la luz de lo sucedido en los dos primeros años.

Pero es especial también ya que en esta ocasión el 2015 será prácticamente un año electoral, debido a la circunstancia peculiar de que la selección de los candidatos del partido oficial puede decidir gran parte de los resultados de las elecciones del 2016, dadas las debilidades y divisiones que aquejan a la oposición.

Eso significa que cualquier variación en el equipo gubernamental será analizada en función de supuestas o reales intenciones políticas a ese respecto.

Se añaden a todo lo anterior quienes fueron designados por dos años y los que aspiran a posiciones electivas para conformar un cuadro de posibles cambios que preocupa a algunos y da esperanzas a otros.

El presidente Medina ha mantenido una estructura gubernamental en la que coexisten los funcionarios heredados del gobierno anterior con un grupo más reducido de personas escogidas por él.

Salvo algunas excepciones destacadas, estos últimos son los que el presidente utiliza con mayor intensidad, excesiva en algunos casos, mientras otros permanecen al margen pero sin dejar sus posiciones. Ya veremos lo que tiene pensado hacer.

Gustavo Volmar