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Búsqueda de beneficios

Preferiríamos que el altruismo fuera el motor detrás de las actuaciones humanas, pero la realidad nos dice que es la búsqueda de beneficios económicos la que domina las actuaciones de las empresas.

En una columna anterior, hace algunas semanas, habíamos predicho que la posibilidad de desarrollar vacunas y tratamientos contra el virus de ébola aumentaría con la perspectiva de su difusión hacia países occidentales, y así está sucediendo.

Durante años el virus no pasó de ser un problema del África ecuatorial, muy lejano de los países de donde los laboratorios farmacéuticos obtienen la mayor parte de sus ganancias. Las naciones afectadas, cuyos pueblos y gobiernos eran pobres, no podían pagar lo que costaban las investigaciones necesarias para desarrollar medicamentos preventivos o curativos de la enfermedad. La consecuencia, como era de esperar, fue que nada se hizo.

Ahora que se ha constatado que el virus puede afectar a las naciones ricas, la situación cambió, y hay un mercado potencial dispuesto a comprar productos para combatir el virus, aún para ser usados en África, pues se ha llegado a la conclusión de que la mejor forma de detener el peligro es enfrentarlo allá.

Existe una especie de carrera entre empresas farmacéuticas por ser la primera en ofrecer productos de aplicación masiva. Ayer, la compañía Johnson & Johnson anunció que para el próximo mayo planea tener disponibles 250,000 dosis de una vacuna experimental que está desarrollando conjuntamente con una empresa danesa de biotecnología, parte de cuyas acciones ha adquirido. Dijo que invertirá cerca de US$200 millones para acelerar el proceso de producción.

Si logra esa meta, Johnson& Johnson podría ganarle la carrera a los laboratorios GlaxoSmithKline, cuyo producto está en fase de prueba, pero más lejos de ser suplido de forma masiva. Intenta ofrecerlo en unos dos meses al personal médico que labora en las zonas afectadas.

gvolmar@diariolibre.com