Más inflación y menor desempleo

Las expectativas cuentan tanto o más que la realidad, en razón de que influyen para que las cosas sucedan como se espera que ocurran. La inflación no es una excepción y por ese motivo es importante determinar lo que los consumidores creen que pasará con los precios de los bienes y servicios que compran.

Dado que la inflación es un importante tópico en la campaña electoral brasileña, la Fundación Getulio Vargas recaba todos los meses, mediante encuestas, esa percepción de los consumidores. En el mes de septiembre, ellos esperaban una inflación del 7.3% para los siguientes doce meses, pero en octubre esa cifra subió al 7.5%, el nivel más elevado desde noviembre del 2005, cuando llegó al 7.8%. Un componente clave de la percepción son los precios de los alimentos, sometidos a alzas en las últimas semanas.

La mayor expectativa de inflación favorece al candidato de la oposición para la segunda vuelta de los comicios, pero al mismo tiempo datos estadísticos acerca del mercado laboral favorecen a la presidenta Rousseff en su intento por reelegirse. La última encuesta sobre el nivel de desempleo abierto, publicada ayer, señala que la tasa correspondiente a septiembre fue la menor desde el comienzo de las encuestas en el 2002. Según esos datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la tasa de desempleo se redujo al 4.9%, medio punto por debajo del 5.4% registrado un año antes, en septiembre del 2013 y ligeramente inferior al 5% del mes de agosto. En términos absolutos, el desempleo abierto se situó en 1.2 millones de personas, 10.9% menor que en septiembre del pasado año.

Las perspectivas electorales de la presidenta, que cuenta con un sólido respaldo en el norte y noreste del país, han mejorado en el curso de las dos últimas semanas, luego de estar por debajo en las encuestas después de la primera vuelta. Por eso el dólar está subiendo y la bolsa bajando.

Gustavo Volmar