Amazon decepciona

De no haber sido por los buenos resultados de Microsoft, el panorama del sector tecnológico habría sido decepcionante para quienes han invertido en acciones de empresas pertenecientes a ese sector. La causa fue el reporte de los resultados de la compañía Amazon durante el tercer trimestre del año, que mostró un mayor nivel de pérdidas que el que había sido anticipado.

La pérdida neta del trimestre, US$487 millones, equivalió a unos 96 centavos por acción, y alarmó a los inversionistas, que esperaban no excediera de 75 centavos.

El deterioro es evidente también si se compara ese resultado con el obtenido en el tercer trimestre del 2013, ya que en ese período las pérdidas sólo fueron de US$41 millones (9 centavos por acción).

Pero a nivel del conjunto de acciones, lo que está en juego no son centavos. La reacción de los inversionistas fue inmediata, y poco después del anuncio, el precio de la acción había descendido un 11%, lo que implicó una caída temporal astronómica de US$15 mil millones en el valor total de mercado de las acciones de la empresa.

Amazon atribuye esos resultados a su política de expansión, pues dice que ha estado invirtiendo grandes sumas en infraestructura, lanzamiento de nuevos productos y adquisiciones de otras compañías. Eso incluye su poco exitosa incursión en el área de los teléfonos inteligentes, el desarrollo de programación propia de video y aparatos para descarga de contenidos.

Empresas como Amazon, que sufren pérdidas, pero prometen un futuro brillante, requieren de inversionistas con una gran dosis de fe y paciencia.

En un mercado financiero con abundancia de dinero, como en la actualidad, es más fácil conseguirlos, pero ellos se preguntan si el precio de la acción no estará ya demasiado alto. Como la confianza en estos casos se basa en expectativas, no en realidades concretas, las dudas pueden provocar amplias fluctuaciones en el valor de las acciones.

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Gustavo Volmar