Penurias de un superviviente
Gustavo Volmar
El nombre de J.C. Penney es familiar para muchos dominicanos, sobre todo para los que han residido en los Estados Unidos, visitado sus establecimientos o comprado a través de sus catálogos, los cuales dejó de publicar en el 2011.
J.C. Penney ha sobrepasado muchas situaciones difíciles.
Una de ellas se presentó cuando la clase media de las grandes ciudades estadounidenses comenzó a mudarse para la periferia, marcando así el declive comercial de los centros urbanos, que era donde estaban ubicadas la mayor parte de las tiendas de la empresa. Reaccionó a tiempo ante ese proceso, y a partir de los años 1960 fue trasladándolas a los centros comerciales que estaban siendo construidos en las afueras.
Reconoció el potencial de los negocios por internet, y en 1998 empezó sus ventas por ese medio, aunque sin la agilidad de Amazon y otros rivales.
Sobrevivió, además, a la crisis económica del 2008, y en el 2011 tuvo beneficios, combinados con holgadas disponibilidades líquidas en efectivo y líneas de crédito superiores a los US$2,000 millones.
La intensa competencia en las ventas por internet, y la agresividad de empresas como WalMart y Target la motivaron a bajar sus precios y descartar su estrategia anterior de ofrecer cupones y descuentos, lo que mermó su acervo de clientes leales vinculados a sus promociones.
Despidió muchos gerentes y supervisores. Fue acusada de manipular las visitas a su página web para lograr una mejor posición en el orden de búsqueda en Google.
Ha tenido pérdidas en cada uno de los últimos cuatro años. Debe más de US$5,000 millones. Paga unos US$400 millones anualmente sólo en intereses por sus deudas. Y para conservar efectivo ha reducido sus gastos de capital a sólo un 40% de sus cargos por depreciación.
Un indicador favorable es que ha logrado incrementar en cerca de un 6% las ventas en sus tiendas. Su reporte financiero trimestral será dado a conocer hoy.
Gustavo Volmar
Continuar con Google