Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
economia

Reparaciones a Haití

Que las potencias coloniales europeas se beneficiaron ampliamente de los recursos extraídos de sus colonias americanas es un hecho ilustrado por las crónicas de los galeones repletos de metales y piedras preciosas que surcaban el Atlántico norte en dirección a Europa.

Pero ésa fue sólo la explotación de las riquezas naturales. Adicional a ella estuvo el valor agregado del trabajo de los indios americanos y de los esclavos africanos traídos a la fuerza como parte de un lucrativo comercio triangular sustentado por las plantaciones de azúcar.

Una parte del nivel de vida actual de las naciones de Europa Occidental provino, y se explica como resultado de ese proceso.

El origen o crecimiento de las fortunas de los mercaderes, casas bancarias, monarcas, navieros, constructores, fabricantes de implementos, compañías comerciales, traficantes de armas, empresas textiles y demás sectores económicos estuvieron vinculados, directa o indirectamente, a esa explotación de seres humanos considerados inferiores por sus amos coloniales y sus descendientes.

Es entendible, por lo tanto, que en ocasión de la visita a Haití esta semana del presidente Hollande, de Francia, luego de su muy publicitada e histórica visita a Cuba, hayan surgido reclamos de sectores haitianos que consideran justo que Francia no ofrezca como ayudas e inversiones lo que le corresponde pagar como reparaciones por los daños que infligió durante el pasado colonial y etapas posteriores.

Pero Hollande sólo habla de deuda moral, lo que es muy diferente a hablar de compensación financiera.

De hecho, fue lo contrario lo que sucedió. Luego de la independencia de Haití, fue Francia la que le reclamó compensaciones por el valor de la tierra, los negocios y los esclavos que había perdido, aplicándole un embargo que obligó a la nueva nación haitiana a aceptar en 1825 una deuda que ahogó su desarrollo, y persistió hasta 1947, por más de un siglo.

gvolmar@diariolibre.com