Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Ingeniería forense para determinar las causas de un siniestro

Un siniestro puede causar pérdidas importantes, y muchas de las veces implica indemnización o recurrir a instancias legales, y es ahí donde la ingeniería forense juega su papel.

Un incendio, el colapso de una estructura, un accidente en la planta de una industria, entre otras situaciones que ponen en peligro vidas y propiedades, pueden ser investigadas y determinadas por la ingeniera forense, una disciplina que comienza a aplicarse en el país.

Los ingenieros en materiales, Ramón Hernández y Jairo Torres, director y gerente, respectivamente, de Hato Rey Company, introdujeron en septiembre del año pasado la división de ingeniería forense en la empresa, la cual se ocupa del estudio de las fallas en materiales, productos, estructuras o equipos que producen lesiones o pérdidas económicas, con el fin de localizar la causa.

Torres explicó que cuando sucede un siniestro se hace una investigación y luego se saca una conclusión, la cual puede determinar si el suceso fue intencional, si hubo negligencia o si fue un accidente involuntario. Si la parte afectada hace algún reclamo, se recogen las evidencias para presentarlas en las instancias legales correspondientes, de ahí el nombre de ingeniería forense.

Sin embargo, Torres precisó que si lo sucedido no tiene ninguna implicación legal, entonces la investigación ya no es forense, es un simple análisis para determinar las causas de la ocurrencia, con el interés de indicar las acciones correctivas y preventivas necesarias para optimizar la vida útil de los componentes y evitar futuros accidentes.

La información obtenida, indica Torres, puede ser útil incluso para lograr un acuerdo entre una compañía aseguradora y un cliente afectado. "Si un seguro nos contrata y determinamos que la falla fue provocada por negligencia o por falta de mantenimiento de un equipo, por ejemplo, entonces no corresponde el pago. La más de las veces aseguradora y cliente llegan a un acuerdo, y por lo general no hay que recurrir a instancias legales", aseguró.

Hernández y Torres, de origen venezolano, con 12 años de residencia en el país, señalaron que la nueva división está bajo la dirección de Carlos García, licenciado en química y PHD en ingeniería de materiales, quien reúne más de 33 años de experiencia y 5,557 trabajos en el área.

Aseguraron que este servicio es nuevo en el país, y que hasta donde tienen entendido son los únicos que lo ofrecen, porque está basado en un área de la ingeniería que todavía no existe en la República Dominicana, que es la de materiales.

Cuentan con un equipo conformado por profesionales de la ingeniería de materiales, industrial, eléctrico y de telecomunicaciones y sistemas, "lo que nos permite brindar el mejor nivel de servicio a nuestros clientes".

Un protocolo para la seguridad

Consideraron una medida importante que las empresas busquen asesoría, incluso antes de comprar maquinarias, piezas o materiales, para que sus departamentos de compra aprendan a elaborar los pedidos con las especificaciones técnicas correctas, y luego, cuando llega el producto someterlo a un control de calidad para verificar si efectivamente las especificaciones se cumplieron.

Luego que se está seguro de que el equipo que se pidió es el indicado, otra manera de garantizar la calidad es supervisando la instalación, para que se haga de la manera correcta y posteriormente no dé problemas. Finalmente se entrena al personal que va a manejar el equipo para que haga un buen uso de él.

Torres explico que si se pide, por ejemplo, un cable eléctrico de cobre y no se especifica el aislamiento, puede ser que le envíen uno que no soporte la temperatura a la que será sometida, entonces se sobrecalienta, se derrite y puede que caiga en algo inflamable y provoque un fuego.

"Todo eso sale a relucir en una investigación forense, porque los siniestros dejan rastros, van diciendo lo que pasó y eso es lo que permite recolectar pruebas para determinar si el asunto es intencional o fue un caso fortuito, un accidente, una mala instalación", indicó.

Sin embargo, asevera que en este tipo de incendios lo primero que se piensa es que fue provocado por un cortocircuito, y que los daños deben ser pagados por la distribuidora de electricidad, cuando la realidad es que pudo ser causado por la mala calidad de los materiales o por inadecuadas instalaciones.

Hernández, de su lado, reveló que en los estudios de fallas que han realizado en el 70 por ciento de los casos, aunque la gente tiende a echarle la culpa al fabricante, el problema se genera por la falta de especificación, porque es un equipo que no es el apropiado para el trabajo a realizar, por lo que puede terminar dañado o provocar un accidente.

"Hay muchos problemas por la falta de especificaciones, pero cuando se especifica correctamente lo que se necesita, no se les dejan las puertas abiertas a los proveedores para que envían cualquier equipo", manifestó Hernández.

El colapso de una estructura

Si colapsa un edificio por causa de un sismo o porque fue sometido a otro tipo de fuerza, dice Torres que es posible analizar los fallos de la estructura, y determinar si fue debido a que el material era de mala calidad o por un mal cálculo en el diseñado o porque simplemente, en caso de un terremoto, no resistió la fuerza del fenómeno, porque fue construida para resistir una determinada intensidad de movimiento que fue sobrepasada.

Afirmó que con la simple observación ya se puede tener una idea de la razones por las que falló una estructura, porque se ve como se partió el muro o columna, cómo cayó o se desmoronó, lo que son indicios de que esa estructura ya venía con problemas, posteriormente se hacen los estudios más profundos para determinar científicamente lo sucedido.

El profesional de la ingeniería dijo que en una construcción debe ponerse mucha atención en los materiales y especificar, por ejemplo, el tipo de cemento o de arena que se requiere, y que para hacer las mezclas con la resistencia requerida en la estructura los componentes (cemento, arena, agua...) tienen que estar en las proporcione adecuadas.

Evaluación profunda

En estos momentos la compañía elabora un presupuesto para un sistema de pintura a una planta de generación eléctrica, lo que según dijeron no es tan simple, ya que existe un protocolo a seguir, y lo primero es hacer una inspección, y en este caso pudieron observar que la pintura está deteriorada, que hay mucho óxido y corrosión.

Ahora procede hacer una evaluación del estado de los tanques, tuberías, válvulas, entre otros componentes, para medir el espesor de la pintura para determinar si es la más adecuada. Según manifestaron, cuentan también con equipos para medir el grosor de las piezas, por lo que pueden deducir si una tubería ha perdido solidez y si está a punto de romperse o estallar.

"Antes de recomendar lo que procede, tenemos que hacer una evaluación, un diagnóstico, como lo hace un médico para poder ofrecer la cura", sostuvo Torres.

Al destacar la importancia de una inspección profunda, explicó que una tubería o tanque puede lucir oxidado por fuera y estar en buenas condiciones, porque tiene un mayor espesor; mientras que otros que se ven bien en el exterior, podrían haber perdido grosor, y en cualquier momento pudieran grietarse, por lo que hay que hacerles un trabajo mayor.

Puso como ejemplo los tanques de agua, que pueden lucir en buenas condiciones por fuera, y por dentro tener una bacteria, la cual se fija en las paredes y se los va comiendo. "Para determinar que eso está sucediendo es necesario una inspección en el interior del tanque, y la gente casi nunca la hace", aseguró Torres.

Investigaciones reveladoras

Los ingenieros de materiales refirieron una ocasión en la que fueron contratados por una aseguradora, porque a un cliente le había fallado un equipo y le reclamaba un millón de pesos, pero al hacer la investigación descubrieron que el mantenimiento que se le había estado dando a la maquinaria no era el adecuado, lo que provocó el daño, y en ese caso el seguro no tuvo que pagar.

Señalaron que en otro caso, fueron contratados para determinar por qué unos equipos se dañaron en el primer uso, y al hacer los estudios correspondientes se dieron cuenta de que su capacidad estaba por debajo de la requerida para hacer el trabajo, por lo que recomendaron comprar equipos nuevos, que cumplan con los requisitos necesarios.