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James Garner: "No le tengo miedo a la muerte"

Con bastón y a paso lento, James Garner llegaba al hotel Four Seasons para nuestra última entrevista. "Tengo cinco o seis bastones diferentes en casa" dijo apenas abrió la puerta "No los necesito, pero es mucho más fácil. Y si quiero, también puedo pegarle a alguien". Con el mejor sentido del humor y la experiencia de haber trabajado más de 50 años en Hollywood, recorrimos en nuestra última entrevista medio siglo de anécdotas mostrando el lado humano de James Garner, sin ningún aire de estrella y toda la sabiduría de haber disfrutado el éxito, sin ánimos de jubilarse.

P. ¿Sigue jugando al golf en sus ratos libres?

R. Ya no puedo jugar más. La espalda y los pies no me dejan. La última vez que traté de jugar necesité dos días para completar 18 hoyos. En la actuación, me va mucho mejor.

P. ¿Qué lo lleva a seguir disfrutando del trabajo de actor después de cincuenta años en Hollywood?

R. Lo que me gusta es el material. Nunca filmé película terribles y las que no funcionaron tan bien, fueron muy pocas. Tuve suerte.

P. ¿Pensó en retirarse, alguna vez?

R. No. Si no fuera que disfruto tanto el trabajo, ya hubiera renunciado hace rato. Aquellos que se retiran, mueren rápido.

P. ¿Le preocupa el tema de la muerte? ¿Qué significa para usted? 

P. ¿Qué significa la muerte para mi? No lo sé y no creo que nadie lo sepa, porque los que fueron, no volvieron. No es un tema que me preocupa. Si hay un ser superior, bien, porque tampoco hice nada malo para que se enoje... hasta ahora. A medida que me voy acercando, ya pensaré un poco mas, pero no le tengo miedo a la muerte.

P. ¿En ningún momento pensó en el tema, seriamente, como cuando le hicieron una cirugía de quíntuple bypass?

R. Durante la cirugía, no. Pero cuando estuve en la Guerra de Corea, sí. Una noche rogué "Por favor sácame de ésta y prometo ser bueno por el resto de mi vida. Lo prometo. Sácame de acá". Las balas volaban por todos lados, ese día. No solamente salí. Me dieron dos medallas de honor.

P. El último éxito en cine, con la película 'The Notebook' justamente trataba un poco sobre el tema del verdadero amor "hasta que la muerte nos separe" ¿Se identifica con aquel matrimonio estable que usted supo mantener por tanto tiempo, en un ambiente como Hollywood, donde el divorcio es moneda común?

R. Claro. Yo llevo más de 50 años de casado.

P. ¿Nos cuenta su propia historia de amor? ¿Cómo conoció a su esposa?

R. La primera vez que vi a mi esposa fue en la casa de un amigo. En la piscina vi aquella mujer hermosa, con un traje de baño blanco. Caí rendido. Al día siguiente corríamos en un rally y cuando la volví a ver en la fiesta, la invité a cenar. Salimos esa noche y las siguientes trece noches consecutivas. En la segunda semana, a los catorce días, nos casamos.

P. ¿Con un noviazgo tan corto creyó que iba a durar 48 años casado con la misma mujer?

R. Descubrí que uno realmente no conoce a alguien, hasta compartir el mismo techo. Es algo que aprendí muy temprano. Una novia anterior, me tiró un trago en la cara, cuando se enteró que estaba saliendo con mi esposa Lois (Clark). Nunca antes había mostrado ese carácter, ni la había visto borracha, pero esta vez sí lo estaba. Y me di cuenta que entonces no la conocía tan bien. Casarme con mi mujer, era la única forma de conocerla mejor.

P. ¿Siendo famoso y tan bien parecido, nunca cayó en las tentaciones de la infidelidad, ni siquiera en las mejores épocas?

R. Si me vas a plantear esa pregunta, te voy a contestar lo mismo que le dije a mi esposa. Porque ella me preguntó, una vez, si alguna vez le fui infiel. Yo le dije que no podía contestarle, porque si te digo "No" vas a pensar que te miento y si te digo "Si" me meto en problemas. Así que le pedí que nunca me hiciera esa pregunta. Y ahora tengo que pedírtelo... No me hagas esa pregunta.

Garner en verdad es una versión adaptada del real apellido Bumgarner, como figura en la partida de nacimiento del 7 de abril de 1928. Y los años tampoco llegaron solos. Además del quíntuple bypass que le hicieron en 1988, también le operaron las rodillas y desde aquel entonces usaba el famoso bastón para caminar. Semejantes tropiezos le agregan mas importancia a la vida de película, que realmente tuvo. Habiendo dejado la escuela cuando tenía 16 años, se enlistó en la Marina Mercante y ahí fue donde recibió las dos medallas del Corazón Púrpura durante la Guerra con Corea. Ya nos contará como trabajó en una estación de gasolina, hasta que un amigo le consiguió el primer trabajo como actor. En verdad, le pagaban por pasar la letra a los protagonistas de la obra de Broadway 'The Caine Mutiny Court Martial', pero fueron las mejores clases de actuación que pudo tener. Así consiguió trabajo en algunos comerciales de televisión y un contrato con el mismo estudio de Warner Brothers que más adelante le ofreció la serie de televisión que lo hizo famoso: Maverick.

P. ¿Alguna vez hablaron con Mel Gibson para hacer una segunda versión en cine de 'Maverick'?

R. Mel Gibson tiene los derechos, es el dueño. Enseguida después que filmamos la película, todos querían que hagamos una segunda versión. Pero con Mel, estuvimos de acuerdo en que necesitábamos un buen 'golpe', una historia con una estafa que valiera la pena volver. Pero no encontramos ninguna idea buena.

P. ¿Cuál es la verdadera historia del final de 'Maverick' en televisión? ¿Es cierto que se había terminado porque pidió aumento de sueldo?

R. No, no, no. El estudio rompió mi contrato. Había una huelga de autores y me despidieron. Si hubiesen esperado cinco días, no hubieran necesitado echarme, porque después, la huelga la hicieron los actores. Pero para ese entonces, ya me habían dejado ir y yo ya los había demandado judicialmente. Ellos también pusieron una contrademanda. Se volvieron locos. Pero yo quería salirme del estudio, no de la serie.

P. ¿Quién ganó la demanda?

R. Al final termine ganando yo.

P. ¿El juicio fue por una suma determinada?

R. No. Desde el primer día, mi abogado me preguntó si quería un contrato nuevo, mas dinero o salirme por completo, del contrato que no me dejaba trabajar en otro estudio. Y yo dije que me quería ir. No quería saber nada con esa gente.

P. ¿Podemos saber cuánto ganaba en aquel entonces?

R. El primer año en 'Maverick' terminé ganando 500 dólares a la semana, después que me aumentaron de $250 a $500.

P. ¿Era buen dinero para la época?

R. Para nada. No lo era para alguien que competía en televisión contra Ed Sullivan y Steve Allen, ganándoles en rating. Ellos cobraban 2.500 dólares por semana y a mi me pagaban cinco veces menos. Yo pensé que con el tiempo, me iban a dejar feliz. Pero la idea de felicidad, para los estudios, eran solamente 500 dólares. Me conformé porque mi esposa estaba embarazada, yo también era joven y bastante tonto. Tampoco tenía un buen representante ni un buen abogado, así que acepté un contrato nuevo. Para el segundo año solo aumentaron a 600 dólares semanales. Y la tercer temporada me dieron 1.250. Igual, deberían haberme mantenido porque el éxito del show era enorme. Y yo hubiera aceptado por la mitad de lo que valía.

P. ¿Con los años volvió a trabajar con Warner?

R. Sí. Hoy son gente completamente diferente. Igual, con Universal Studios. Cambió todo.

P. ¿Desde siempre se enfrentó a los grandes estudios como ningún otro actor?

R. Ellos llevan los pantalones bien puestos, a menos que le des un enema y se vuelven locos. Creen que dominan el mundo.

P. ¿Llegaron a prohibirlo o lo pusieron en alguna lista negra, como solían hacer en ese tiempo?

R. Cuando me fui de Warner, imaginé que iba a hacer algunas llamadas de teléfono, desde 'arriba'. El día que gané la demanda, tenía un guión de 20th Century Fox esperándome en el escritorio. Al principio no me gustó, pero cuando me enteré que le había gustado a Gary Cooper, cambié de parecer y acepté. Todo parecía bien, pero nunca mas volví a escuchar de ellos. Ahi me di cuenta que Jack Warner había hecho algo. Igual, no me importó, porque hubo otros que si me contrataron. Igual, estoy seguro que me pusieron en alguna lista negra.

P. ¿En algún momento pensó que podía quedarse sin trabajo?

R. No. Como les dije a ellos, no tenía problemas en volver al negocio de alfombras de mi padre.



P. ¿Y de dónde viene su carácter tan particular? Porque los actores en general, se caracterizan por su inseguridad y usted aparenta todo lo contrario.

R. Vengo de Oklahoma. Nací y crecí durante la época de la depresión. Y nadie presiona a alguien que vivió en aquel tiempo, entre el polvo de Oklahoma y las inundaciones que siguieron. Después de vivir algo así, no hay ejecutivo que pueda molestarme.

A la hora de recordar sus éxitos, James Garner supo aprovechar el clásico personaje Maverick con otras comedias del estilo Western como 'Support Your Local Sheriff' o la versión 'Maverick' en cine, al lado de Mel Gibson, además de la mas reciente 'Space Cowboys' con Clint Eastwood y Tommy Lee Jones. El particular carisma del 'bueno' de la película siempre fue un punto en común y también marcó su nombre en la historia del cine, protagonizando películas tan diferentes como las notables 'Victor Victoria' con Julie Andrews, 'Sayonara' con Marlon Brando o 'El Gran Escape' con Steve McQueen, Charles Bronson y James Coburn; además de la nominación al Oscar que tuvo por 'El Romance de Murphy', al lado de Sally Field.

P. ¿Se acuerda con detalles, de algún hecho que lo llevó a decidirse por la actuacón?

R. Sé que estoy viejo, pero todavía me acuerdo. Cuando tenía 19 años, trabajaba en la estación Shell, en la esquina de Hollywood y La Brea. Y un hombre llamado Paul Gregory trabajaba en un negocio de la otra cuadra, donde yo solía ir a almorzar. Él me decía que tenía que ser actor, que estaban haciendo algo en Universal Studios, que tenía que ir. La verdad, yo no quería ser actor y me fui a la guerra de Corea, en 1950. Dos días antes de volver, me volví a encontrar con Paul Gregory, con un enorme Cadillac verde convertible. Le iba muchísimo mejor y volvió a insistir en el tema de actuación. Pero yo estaba ocupado, pensando en Corea. Para cuando subí al barco de la Marina, leí en la Revista Newsweek o Times, que Gregory tenía dos obras de teatro en Broadway. Y ahí me di cuenta. Tenía que escucharlo con más seriedad.

P. ¿Cuánto tiempo pasó hasta que se decidió por la actuación?

R. Recién después de dos o tres años, ayudaba a mi padre con un negocio de alfombras y no quería hacer eso el resto de mi vida. Busqué volver a la marina y esperaba conseguir trabajo en un barco de la Shell que iba a Arabia Saudita, pero necesitaban alguien con título de geólogo y yo no lo tenía. El rechazo me tenía deprimido, cuando pasé manejando por La Cienega y vi el edificio que ahora tenía el cartel con el nombre de Paul Gregory. No sé por que, pero estacioné mi auto y subí a verlo. Hablamos por media hora y me consiguió un contrato con una agencia.

P. ¿Cuál fue el primer trabajo entonces?

R. Aquel día, me mandó a Columbia Pictures, donde me tocó una escena con el entrenador de talento. Y estuve pésimo. Tenía pánico, mis rodillas temblaban y me dijeron "No sé el trabajo que venía haciendo pero vuelva a eso, porque como actor no funciona". Me puso furioso. No soportaba que alguien me dijera lo que no podía hacer. Así que insistí y Paul me puso en una obra de Broadway, por mas de un año, donde no decía ni una palabra. Para cuando él dejó Nueva York, yo también me fui, porque no quería un representante que me dijera "Se ve bien, pero no puede hablar". Tenían razón, pero tan mal, no me fue.