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Un enemigo silente

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Un enemigo silente

Durante una visita que realizó el presidente venezolano Hugo Chávez a Cuba el 8 de junio de 2011 confesó no sentirse bien. Tras someterse a evaluaciones médicas fue preciso extirparle un absceso pélvico con carácter de urgencia.

Tanto para el paciente como para los especialistas el mal al que se enfrentaban apareció como enemigo silente con efectos mortales de no tratarse a tiempo. Por lo general este tipo de enfermedad puede palparse de manera directa mediante un tacto rectal, aunque si ya está desarrollada sobresale como una masa dolosa hacia la pared rectal anterior.

Cuando el pueblo venezolano se enteró de que su mandatario había pasado por el quirófano, las dudas sobre su posible regreso fermentaron las dudas de su posible regreso. Siete días después aparece la primera foto de Chávez acompañado de Fidel Castro y con visible tranquilidad.

Mientras los funcionarios se esforzaban por minimizar la gravedad sobre el vigor del presidente, otros -como el periódico El Nuevo Herald- aseguraban que Chávez se encontraba en una condición crítica.

Pero el 26 de junio del mismo año el titular de la Asamblea Nacional venezolana, Fernando Soto, ofreció unas declaraciones desafortunadas afirmando que su presidente no tenía cáncer, con la intención de minimizar los rumores y despejar la tensión entre los venezolanos y la comunidad internacional.

Y después de casi un mes de informaciones especulativas, el presidente Chávez se vio obligado a despejar las dudas y confesar que había sido necesaria una segunda intervención para extirparle las "células cancerígenas" que llevaba en su pelvis. Con eso desplomó el esfuerzo de Soto.

Con casi un mes fuera del palacio presidencial, el 4 de julio de 2011 regresa a su país con orden médica de guardar reposo total. Tres días después ignora el mandato clínico y aparece ante las cámaras mientras conversaba con reclutas de un campamento militar.

Al otro día de que su pueblo lo vio compartir con futuros soldados, Chávez habló a la nación y confesó que la lucha contra el cáncer sería un proceso largo y difícil, pero que mantuvieran la fe de que se presentaría como candidato en las elecciones de 2012.

Con menos de dos semanas en su país, el mandatario venezolano regresa a Cuba para recibir la primera quimioterapia. Seis días después inicia el proceso que le tomaría hasta finales de julio en esa isla antillana.

Ya para el 1 de agosto reaparece el presidente venezolano en su país, esta vez sin cabello y bromeando sobre su proceso de calvicie involuntaria. El 6 del mismo mes vuelve a Cuba para la segunda fase de su tratamiento.

Una semana después -14 de agosto- Chávez ocupa su curul en su país, pero dos semanas después se ve obligado, otra vez, someterse a la tercera quimioterapia con la diferencia de que para esa ocasión prefirió importar médicos cubanos y que el proceso se lo hicieran en su tierra natal.

El semblante del líder suramericano ya se tornaba un poco opaco. Su gente, tanto opositores como seguidores, comenzaron a dudar sobre su recuperación y a meditar sobre los años de vida que le restan.

Mientras el cuerpo diplomático venezolano trata de amortiguar la presión de la prensa internacional y las versiones de que a Chávez le quedan menos de dos años de vida, éste parte el 18 de septiembre a Cuba para recibir la cuarta quimioterapia.

Una semana después regresa a Venezuela y el 29 de septiembre se ve obligado dirigirse a la multitud; aseguró que el proceso de recuperación marchaba muy bien y le pide no creer en los rumores sobre su salud porque todo lo que se necesite saber, él mismo lo contara.

Con el propio presidente afirmando que su salud estaba bien, los venezolanos calmaron un poco las tensiones hasta que el 16 de octubre el doctor Salvador Navarrete reveló que Chávez tenía un tumor en la pelvis muy agresivo, por lo que le vaticinaba dos años de vida, como mucho.

El doctor que emitió la controversial declaración dijo formar parte del cuerpo médico que cuidó al enfermo. Esa arista nunca fue desmentida por el gobierno venezolano.

El 21 de octubre, como respuesta a las especulaciones sobre su salud, el presidente suramericano mostró a su país los resultados de los últimos exámenes que le practicaron en Cuba donde se afirmaba que ya no tenía cáncer.

Entre octubre, noviembre y diciembre la salud de Chávez se mantuvo en aparente estabilidad.

Una "broma"

 Antes de finalizar el año hizo una broma, que no fue tan broma para los Estados Unidos, de que le parecía extraño que el cáncer sólo perseguía a los presidentes latinoamericanos "como si alguien desarrollara una tecnología para inducir la enfermedad".

El comentario no cayó nada bien para los norteamericanos y lanzaron su respuesta alegando que ese parecer de Chávez carecía de fundamentos probables y lógicos. Más aún, consideraron que su recuperación no era del todo completa, tal y como él se empeñaba en afirmar.

Pasa enero de 2012 sin complicaciones para el presidente, o por lo menos eso creía el pueblo venezolano. Se enfocó en hacer un poco de proselitismo político, aunque con limitaciones visibles.

Entre rumores y hermetismo colectivo por la proximidad de los comicios, Chávez confiesa el 21 de febrero que médicos cubanos le detectaron "una pequeña lesión" en la misma zona donde le extirparon el tumor mortal.

Al decir que solo era "una pequeña lesión" el enfermo trató de minimizar la complejidad de su patología y no es hasta el 4 de marzo cuando revela que el tumor que se le extrajo días antes fue "una recurrencia" del cáncer diagnosticado en junio de 2010.

Con este nuevo cuadro clínico era inminente someterse a radioterapia para eliminar cualquier célula cancerígena que quedara alojada en su cuerpo.

Se recupera medianamente en Cuba y el 18 de marzo regresa a su país con la salvedad de que una semana después tendría que volver a Centroamérica para su primera radioterapia.

El 29 del mismo mes toma un avión y aterriza en Venezuela mostrando un ánimo de confianza y firmeza. Se veía distinto, ya no lucía tan pálido.

Sus opositores decían que trataba de hacer lo posible por mostrarse así para que su militancia no esfumara la imagen del gallardo líder que él significa para ellos, aunque su condición real era de sumo cuidado.

El 2 de abril el homólogo de Raúl Castro vuelve a Cuba para la segunda serie de  radioterapia. Dos días después regresa a Caracas y promete estar en condiciones firmes para las próximas elecciones del 7 de octubre.

En menos de un año Chávez viajó siete veces a Cuba por condiciones ajenas a su voluntad, lo que lo convierte en el presidente que más ha visitado la tierra de Fidel Castro en menos de 12 meses.

Seis meses después de la última sesión de quimioterapia, Hugo Chávez viajará nueva vez a Cuba para someterse a un "tratamiento especial" de "oxigenación hiperbárica".

Días antes de las elecciones en las que resultó ganador, el mandatario bolivariano expresó que del cáncer "ni se acuerda de eso", sin embargo, dos meses después, tuvo que enfrentarse de nuevo a la realidad. 

Para el 10 de diciembre de 2012 Chávez volvió a Cuba para su cuarta operación contra el cáncer, entre mensajes de aliento de colegas latinoamericanos y la sorpresiva visita del ecuatoriano Rafael Correa a La Habana como gesto de solidaridad.

Procedente de Caracas, Hugo Chávez llegó a la capital cubana de madrugada tras un fin de semana. Por primera vez  admitió la posibilidad de su inhabilitación o muerte y designó como sucesor a su vicepresidente Nicolás Maduro.

Como ha sido habitual en el último año y medio, el presidente cubano, Raúl Castro, vestido de militar, recibió este lunes a su aliado venezolano en el aeropuerto de La Habana.

 Y tras días de letargo y secretos diplomáticos, el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro se dirigió a su país desde Cuba para confirmar que la salud de Chávez se ha complicado, contrario a los reportes que recibía.

"El presidente Hugo Chávez ha sufrido nuevas complicaciones después de una operación en La Habana tras la reaparición de cáncer y, la salud del mandatario sigue delicada", dijo Maduro, acompañado de parientes directos del líder venezolano.

 El 3 de enero el minsitro de Comunicación en Venzuela, Ernesto Villegas, informó que tras la cirugía del pasado 11 de diciembre el presidente venezolano "ha enfrentado complicaciones como consecuencia de una severa infección pulmonar".

La infección, añadió el ministro, "ha derivado en una insuficiencia respiratoria que requiere del comandante Chávez un estricto cumplimiento del tratamiento médico". 

Y después de permanecer más de dos meses hospitalizado en La Habana, el comandante Chávez regresó a su tierra natal. Fue recibido con alegría por algunos y con odio por otros, pero su condición seguía siendo delicada, esta vez en el Hospital Militar venezolano.

Rumores en torno a la salud de Chávez siempre flotaban en las esquinas de Venezuela; el gobierno no ofrecía muchoss detalles, aunque sí desmentía tácitamente las tantas veces que "mataron" verbalmente al presidente venezolano.

No fue sino hasta el 2 de marzo que el presidente en funciones Nicolás Maduro reveló que su comandante en jefe recibía quimioterapia. Pero de inmediato resaltó que Chávez "tiene una fortaleza superior" y decidieron darle quimio por el "avance" mostrado desde que lo operaron en diciembre. 

Los detalles en torno a la muerte del "comandante" fueron dosificados, pero a fin de cuentas la verdad ya no aguantaba más postergación: Chávez había muerto a las 4:25 de la tarde y así lo anunció el vicepresidente Nicolás Maduro junto al equipo presidencial, el martes 5 de marzo de 2013.

A fin de cuentas, el propio presidente suramericano reconoció que se descuidó de su salud y que por eso el ataque del cáncer superó todos sus conocimientos militares de prevención enemiga.