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La iglesia católica francesa eleva el tono contra el matrimonio homosexual

La legalización de las bodas homosexuales fue una de las promesas de campaña de Hollande

PARÍS.- La iglesia católica francesa elevó hoy el tono contra el matrimonio homosexual, por boca del presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal André Vingt-Trois, que pidió a los fieles que "sensibilicen" a los diputados contra la "superchería" que supone la unión de personas del mismo sexo.

El ataque al Gobierno, que presentará el próximo miércoles el proyecto de ley que legaliza las bodas homosexuales, fue el principal punto del discurso de apertura de Vingt-Trois en la conferencia de obispos que comenzó en el santuario mariano de Lourdes, en el suroeste de Francia.

El cardenal-arzobispo de París ya había mostrado en el pasado su oposición a ese proyecto, una de las promesas del programa electoral del presidente francés, el socialista François Hollande.

La oposición de la iglesia católica a este proyecto, que se suma a la de un buen número de cargos electos conservadores, parece haber calado en ciertos sectores de la sociedad francesa, donde por primera vez en diez años el apoyo al matrimonio homosexual desciende, según un sondeo publicado hoy por el diario "Le Parisien".

La encuesta, elaborada por el instituto BVA, revela que el 58 por ciento de los franceses aprueba las bodas entre personas del mismo sexo, cinco puntos menos que en 2011, una caída que se explica por la reducción de apoyos entre los simpatizantes de la derecha.

En 2011, por primera vez más de la mitad de los conservadores (51 %) era favorable a las uniones de personas del mismo sexo, pero en el reciente sondeo el porcentaje desciende al 31 %. Entre los simpatizantes de la izquierda, el apoyo creció nueve puntos hasta el 82 %. En el conjunto de los franceses también se redujo el apoyo a la adopción para las parejas homosexuales, que pasó a situarse en el 50 %, seis puntos menos que el año pasado.

El cardenal Vingt-Trois intensificó sus ataques contra una ley que, considera que "haría tambalearse uno de los fundamentos de la sociedad e instauraría una discriminación entre los hijos".

El arzobispo llamó a los fieles a utilizar "todos los medios de expresión que existen en una sociedad democrática" para mostrar su oposición a una ley, que será debatida en el Parlamento a partir de mediados de enero. En particular, hizo un llamamiento a los diputados para que voten "en conciencia" sin atender a las consignas de los partidos o de los grupos de presión.

En asuntos que afectan tan profundamente a la sociedad, señaló el cardenal, las promesas electorales no deben adoptarse de forma automática. Vingt-Trois consideró que la "superchería" que supone el "matrimonio para todos" es "una amenaza a la sociedad" y la imposición "de una visión del ser humano que no reconoce la diferencia sexual".

Diversas organizaciones próximas a la iglesia católica han convocado manifestaciones contra el matrimonio homosexual para el fin de semana del 18 de noviembre.

El presidente de los obispos franceses fue menos lejos que su colega de Lyon, Philippe Barbarin, que en septiembre pasado aseguró que la legalización de los matrimonios homosexuales abriría la puerta a la poligamia y al incesto.

Una opinión que fue recogida por el alcalde conservador del distrito octavo de París, François Lebel, que añadió la pederastia a la poligamia y el incesto. "¿Por qué la edad legal de los novios será mantenida?. ¿Y por qué prohibir los matrimonios consanguíneos, la pederastia, el incesto, que son corrientes en el mundo?", se preguntaba el edil, que fue quien casó a Nicolas Sarkozy y a Carla Bruni.

Como Lebel, otros muchos alcaldes conservadores han asegurado que no casarán a parejas del mismo sexo, entre ellos el actual líder del partido conservador UMP, Jean-François Copé, alcalde de la ciudad de Meaux, en la región parisiense.

Desde las asociaciones de homosexuales, la satisfacción por el avance de la ley queda ensombrecida por las dudas sobre si el texto les permitirá adoptar sin ninguna traba.

Las filtraciones a la prensa apuntan a que el Ejecutivo no permitirá que una mujer sea considerada como madre del hijo que su esposa haya concebido fruto de una inseminación artificial, algo que sí se permite en las parejas heterosexuales.

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