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Egipcios protestan en aniversario de la revolución

Los manifestantes aprovecharon el segundo aniversario a fin de hacer una demostración de fuerza

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Egipcios protestan en aniversario de la revolución
EL CAIRO.- Dos años después del estallido de la revolución egipcia, el cisma nacional se puso en evidencia el viernes cuando diversos sectores de la oposición, en su mayoría de orientación liberal y secular, efectuaron enormes manifestaciones para condenar al presidente islamista Mohamed Morsi y reclamar que los objetivos democráticos no se han concretado.

Los manifestantes aprovecharon el segundo aniversario a fin de hacer una demostración de fuerza para tratar de obligar a Morsi a enmendar una constitución controversial redactada por sus aliados islamistas. También exigieron libertad de expresión y la independencia del poder judicial.

"Hoy, el pueblo egipcio continúa su revolución", dijo Hamdeen Sabahi, un líder opositor que terminó en un cercano tercer lugar en las elecciones presidenciales de junio. "Le está diciendo 'no' a la Hermandad (Musulmana)... Queremos una constitución democrática, justicia social, traer de vuelta los derechos de los mártires y las garantías para elecciones libres".

Decenas de miles de manifestantes colmaron la Plaza Tahrir de El Cairo, donde nació el levantamiento de enero del 2011, y el área frente al palacio presidencial en el distrito Heliópolis de la capital. En las dos congregaciones se entonaron los cánticos de "¡Erha! ¡Erha!" (Vete, Vete) y "El pueblo quiere derrocar al régimen".

Algunas pancartas colocadas fuera del palacio proclamaban. "No al gobierno corrupto de la Hermandad Musulmana" y "A dos años de la revolución, ¿dónde está la justicia social". Otros se manifestaron afuera de las sedes de la televisora estatal.

Se produjeron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en diversas partes alrededor de las calles aledañas a la Plaza Tahrir, en Alejandría, la ciudad de Suez y otras seis urbes, en los que la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a grupos de jóvenes que lanzaban piedras. Afuera de los portones del palacio presidencial de El Cairo, individuos enmascarados trataron de abrirse paso por una barricada de la policía, lo que provocó que las fuerzas de seguridad arrojaran gas.

En Meduf y Shibeen el-Kum, dos poblados del delta del Nilo, los manifestantes bloquearon vías férreas, lo que obstruyó el servicio de ferrocarriles desde y hacia la capital egipcia.

Por lo menos 119 personas resultaron lesionadas en los diversos enfrentamientos del país, dijo el jefe de los servicios nacionales de ambulancias, Mohamed Sultán, a la televisora CBC TV. No dio detalles sobre la naturaleza de las heridas ni el lugar donde se registraron.

Los partidarios de la Hermandad Musulmana optaron por no conmemorar el segundo aniversario del comienzo de la rebelión, aduciendo que preferían hacerlo con actos de servicio público, como atender a los enfermos y plantar árboles. La oposición desestimó esos gestos como mera propaganda antes de las elecciones parlamentarias de abril.

Los aliados ultraconservadores de la Hermandad, conocidos como salafistas, dijeron que no saldrían a las calles para evitar enfrentamientos.

El aniversario de la revolución tiene lugar en momentos en que Egipto enfrenta una nueva muestra de inestabilidad: los islamistas en el poder tratan de imponer su agenda, la oposición intenta socavar el poder de aquellos, y la economía en caída libre amenaza desencadenar el descontento popular.

El vital sector turístico del país se ha desplomado, las inversiones han menguado, las reservas de divisas se han venido abajo y los precios están en aumento.

El núcleo de la división política es la constitución controversial elaborada por los aliados de Morsi sin participación de liberales ni de la minoría cristiana. Según la oposición la constitución representa un intento de Morsi y su Hermandad Musulmana por tomar control de todas las instituciones estatales. La oposición también objeta que el presidente interfiera con el poder judicial.