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Las protestas en Misuri continúan aún con la presencia de la Guardia Nacional

Centenares de personas volvieron a ocupar la Avenida West Florissant, epicentro de manifestaciones

WASHINGTON.- El despliegue de la Guardia Nacional no redujo la tensión en Ferguson (EE.UU.), donde ayer resultaron heridas de bala dos personas y 78 fueron detenidas en uno de los disturbios más violentos desde el comienzo de las protestas por la muerte de un joven afroamericano desarmado a manos de un policía.

Centenares de personas volvieron a ocupar la Avenida West Florissant, epicentro de las protestas, durante la pasada noche y la madrugada y la concentración, que comenzó pacíficamente, terminó con enfrentamientos entre manifestantes y policía y el uso de gases lacrimógenos.

"Los manifestantes pacíficos no son el enemigo, ellos no. Pero hoy hemos tenido disparos. Dos personas han tenido que ser trasladadas a un hospital y quienes les dispararon no eran agentes", explicó el capitán de la Patrulla de Carreteras de Misuri Ron Johnson en declaraciones difundidas por las principales cadenas de televisión del país.

Johnson, encargado de supervisar la seguridad de Ferguson, apuntó que la gran mayoría de los manifestantes se había comportado de modo "pacífico", pero un grupo de "delincuentes" aprovechó la ocasión para atacar a la policía con cócteles molotov. A los detenidos se les incautó dos armas de fuego, agregó.

Según dijo, algunos de los manifestantes se habían desplazado a Ferguson desde lugares tan lejanos como Nueva York y California, ante la notoriedad nacional que han adquirido los disturbios.

El despliegue de la Guardia Nacional, la milicia estatal que suele movilizarse en catástrofes naturales y también para afrontar situaciones de desorden público, no sirvió para calmar las protestas, que se iniciaron el 10 de agosto, al día siguiente de la muerte del joven Michael Brown.

La tensión creció a partir de las 22.00 hora local del lunes (03.00 GMT del martes), cuando la Policía comenzó a avisar a los manifestantes de que debían despejar la calle si no querían ser arrestados, después de que varias personas lanzaran cócteles molotov, botellas y otros objetos contra los agentes.

Casi dos horas después, justo antes de la medianoche, los agentes empezaron a avanzar, protegidos por material antidisturbios y alertando a través de los altavoces de que el área dejaba de ser segura, la gente debía volver a sus casas y los periodistas debían salir de la zona de las protestas.

La mayoría de los manifestantes atendió la orden, aunque un grupo reducido -menos de cien personas- se resistió y en ese momento se sucedieron los arrestos, que sumaron 78, según la policía.

Algunas de las personas que participaron en la protesta aseguraron en las redes sociales haber escuchado el sonido de disparos y la cadena Fox informó de que al menos una persona había resultado herida de bala, en una mano.

A la 1.00 de la madrugada (6.00 GMT) la zona de protestas estaba bloqueada con barreras y por agentes, de manera que algunas personas tuvieron problemas para abandonar el lugar con sus vehículos.

A lo largo de la noche el fuego también fue protagonista: los manifestantes lo usaron para evitar el avance de la policía y se produjo un incendio en un edificio.

Las protestas han llevado a decidir el cierre de las escuelas en esta pequeña ciudad cercana a Saint Louis el resto de la semana como medida de precaución.

La Administración Federal de Aviación (FAA) ha extendido las restricciones de vuelo sobre Ferguson -no a menos de 1.000 metros de altura- hasta el día 25 de este mes.

Asimismo, el rapero Nelly, que creció en San Louis, se unió a las protestas con una camiseta en la que se leía "#MikeBrown". El rapero pidió marchas pacíficas y evitar saqueos y enfrentamientos.

La madre de Trayvon Martin, un adolescente afroamericano muerto por un vigilante voluntario en Florida, escribió una carta a la familia de Brown que ha publicado la revista Time en la que asegura que le gustaría poder decir que "todo va a ir bien", sin embargo, "sus vidas han cambiado para siempre".

El lunes, la autopsia preliminar privada encargada por la familia reveló que el policía disparó al menos seis veces al joven que, según el médico forense, murió debido al último tiro que recibió en la cabeza.

El policía Darren Wilson, de 28 años, ha sido retirado temporalmente del cuerpo, mientras la familia de Brown pide que se le imputen cargos penales.

La familia anunció hoy por medios de sus abogados que el entierro del joven tendrá lugar el próximo lunes.
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