Berlín no comenta palabras del papa sobre Armenia y se ciñe a término masacre
Diario Libre
BERLÍN. El gobierno alemán rehuyó hoy comentar la declaración del papa Francisco calificando de "primer genocidio del siglo XX" el del pueblo armenio y recordó que la postura oficial de Alemania fue determinada por el Bundestag (Parlamento federal), que se refirió a lo ocurrido en 1915 con el término "masacre".
"No es cometido de este gobierno comentar las palabras del papa", indicó el portavoz del Gobierno, Martin Schäfer, acerca del contencioso desatado entre Turquía y el Vaticano tras el sermón de Francisco del pasado domingo sobre las matanzas del pueblo armenio.
El portavoz de Exteriores rechazó que esa postura obedeciera a una "especial prudencia" de Berlín respecto a Turquía, derivada del propio pasado alemán durante el nazismo, o al hecho de que en Alemania vivan más de tres millones de ciudadanos de origen turco, la primera comunidad de origen inmigrante del país.
En opinión del Ejecutivo y de acuerdo con la experiencia alemana, añadió, "la superación del pasado no puede venir de fuera, sino que compete a los países o pueblos implicados, en este caso Turquía y Armenia".
En lo que respecta a la postura del Ejecutivo respecto a ese asunto, Schäfer se remitió al pronunciamiento emitido en 2005 por el Bundestag, que calificó de "masacre" esas matanzas, sin entrar en el término genocidio, y lamentó la deportación masiva sufrida por el pueblo armenio.
Entre 1915 y 1916 los turcos deportaron, a Irak y Siria, cerca de 1,8 millones de armenios, operación en la que se estima murieron unos 1,5 millones de personas.
El sermón del papa, ante la proximidad del centenario de las matanzas del pueblo armenio, ha provocado una airada protesta de Turquía, que ha convocado al nuncio papal en Ankara y ha llamado a consultas del embajador turco en el Vaticano.
"No es cometido de este gobierno comentar las palabras del papa", indicó el portavoz del Gobierno, Martin Schäfer, acerca del contencioso desatado entre Turquía y el Vaticano tras el sermón de Francisco del pasado domingo sobre las matanzas del pueblo armenio.
El portavoz de Exteriores rechazó que esa postura obedeciera a una "especial prudencia" de Berlín respecto a Turquía, derivada del propio pasado alemán durante el nazismo, o al hecho de que en Alemania vivan más de tres millones de ciudadanos de origen turco, la primera comunidad de origen inmigrante del país.
En opinión del Ejecutivo y de acuerdo con la experiencia alemana, añadió, "la superación del pasado no puede venir de fuera, sino que compete a los países o pueblos implicados, en este caso Turquía y Armenia".
En lo que respecta a la postura del Ejecutivo respecto a ese asunto, Schäfer se remitió al pronunciamiento emitido en 2005 por el Bundestag, que calificó de "masacre" esas matanzas, sin entrar en el término genocidio, y lamentó la deportación masiva sufrida por el pueblo armenio.
Entre 1915 y 1916 los turcos deportaron, a Irak y Siria, cerca de 1,8 millones de armenios, operación en la que se estima murieron unos 1,5 millones de personas.
El sermón del papa, ante la proximidad del centenario de las matanzas del pueblo armenio, ha provocado una airada protesta de Turquía, que ha convocado al nuncio papal en Ankara y ha llamado a consultas del embajador turco en el Vaticano.
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