Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Los inmigrantes que llegan a Italia sueñan con un trabajo en Europa

Un día después de desembarcar en Sicilia, 112 inmigrantes africanos encontraron un lugar para vivir.

CATALINA, Italia. -Los miles de inmigrantes que han llegado en los últimos días al sur de Italia tras salvarse de morir ahogados en el Mediterráneo sueñan con trabajar en el norte de Europa y, si es posible, evitar los centros de acogida.

"Mi sueño es trabajar en Alemania", confiesa el joven Mamadu, quien sólo piensa en la manera de encontrar un trabajo en Europa y empezar una nueva vida.

Un día después de desembarcar en Sicilia, 112 inmigrantes africanos encontraron un lugar digno para vivir en un hotel en las colinas de Sicilia, el Oasis Don Bosco.

Mientras la Guardia Costera sigue rescatando sin cesar inmigrantes que se lanzan a cruzar el Mediterráneo en pateras arriesgando su vida, las autoridades italianas lanzaron una campaña en todo el país para transformar hoteles y residencias de vacaciones en alojamientos para inmigrantes.

Por 20 euros por persona y por día, el Oasis Don Bosco ofrece una habitación para tres personas con baño y balcón. Además cuentan con un salón de recreo, sala para clase de italiano y un campo de fútbol. Por razones de seguridad, la piscina ha sido vaciada y clausurada.

"Aquí pueden vivir dignamente. Hay bebidas, de comer y una cama para dormir", explica Ciccio a los recién llegados.

Visiblemente agotados tras haber dormido su primera noche en el Viejo Continente en carpas, los inmigrantes ya pueden empezar a pensar en su futuro.

Un alto porcentaje de ellos utiliza Italia como país de tránsito y desea llegar a Francia, Alemania y otros países del norte europeo.

"Pagué 400 dólares para venir a Italia. Cuando vi que se trataba de un bote neumático, no quería subir, no era un barco. Pero los encargados del bote me amenazaron si me daba media vuelta, me mataban", contó Mamadu Bari, 24 años, quien proviene de Guinea.

"A bordo había cristianos y musulmanes y cuando el agua comenzó a entrar empezamos a vaciar el bote y a rezar todos juntos", asegura.

Una situación muy distinta a la denunciada el jueves por un grupo de cristianos contra 15 pasajeros musulmanes que arrojaron al mar a 12 indocumentados cristianos tras una supuesta riña por motivos religiosos, según informó la justicia italiana, que ordenó la detención de los acusados y abrió un juicio.

Conmoción por caso de refugiados cristianos arrojados al mar 

La noticia ha causado conmoción en Italia y el resto de Europa, debido a la tensión por las persecuciones y masacres de cristianos por parte de extremistas islámicos en Medio Oriente y África, de donde provienen la mayoría de los inmigrantes ilegales.

"Es algo que puede pasar", comentó en Radio Vaticano el secretario general de la conferencia episcopal italiana, Nunzio Galantino.

"Son las divisiones y las propias miserias que uno se carga, así sea dentro de un barco colmado de gente pobre, desgraciadamente", comentó Giancarlo Perego, director general de la Fundación Migrantes, una conocida organización católica que asiste a los migrantes.

"Vienen de países difíciles, donde en este momento reina la división religiosa. Por ejemplo, en Malí la mayoría es musulmana y en Ghana cristiana", explicó Perego.

El recorrido de los inmigrantes ilegales que han llegado en estos días a Sicilia y Reggio Calabria, en el sur de Italia, es complejo, largo y en ocasiones desesperantes.

De los cerca de 170.000 inmigrantes que llegaron a Italia en forma ilegal el año pasado, de cerca del 70% se desconoce el paradero. Se cree que se encuentran en otros países europeos.

"No ven la hora de irse de nuevo" 

"Sabemos que no ven la hora de escapar, de desaparecer", explicó el encargado del alojamiento, Francesco Magnano.

La mayoría de los refugiados piden el asilo político, un trámite burocrático que puede durar años.

Con los centros de acogida saturados, los inmigrantes deambulaban este viernes por Palermo, algunos dormían en la estación de tren de Catania y a los pies del volcán Etna.

"Quiero llegar a Francia o Inglaterra, donde te dan un permiso de estadía en 3 a 4 meses", reconoció uno de ellos.

"Este lugar es lindo, seguro. Pero no hay nada para hacer", comentó Ehis Bello, nigeriano, de 25 años.

Más de 11.000 immigrantes desembarcaron en Italia en los últimos seis días. Al menos dos naufragios provocaron la muerte de unas 450 personas, según testimonios de sobrevivientes a organizaciones humanitarias.