Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

La supuesta irrupción del Estado Islámico altera el tablero afgano

KABUL. La irrupción de nuevos grupos que proclaman su lealtad al yihadista Estado Islámico (EI) ha alterado el escenario de guerra en Afganistán, que se prepara para un año con mayor violencia en el que los talibanes ven amenazada su preeminencia como grupo insurgente en el país asiático.

La tradicional campaña de primavera que cada año los talibanes anuncian señalando como objetivos a los extranjeros en el país llegó el pasado miércoles apenas cinco días después de que grupos supuestamente vinculados con el EI irrumpieran en la escena pública con un atentado que dejó en segundo plano todo lo demás.

Tras meses de denuncias sobre una solapada tarea de reclutamiento y de búsqueda de enclaves, estos grupos -a los que ni las representaciones de la OTAN ni la ONU en Kabul identifican como parte real del movimiento yihadista- se perfilan como el nuevo gran enemigo.

Un grupo que se identificó como el EI reivindicó la responsabilidad por el primer atentado de esa facción en Afganistán el pasado fin de semana, que causó 34 muertos y 125 heridos, dejando a los talibanes sin otra opción que condenarlo.

El presidente afgano, Ashraf Gani, confirmó inmediatamente la autoría del EI advirtiendo de que el país se enfrenta "un nuevo tipo de guerra" de parte de "terroristas extranjeros" leales al EI.

Sin dejar pasar la oportunidad, el mandatario afgano, que desde hace meses busca abrir un diálogo con los talibanes, los invitó a unirse al Gobierno en esa lucha, afirmando que de no hacerlo serán "traidores".

El presidente del Centro de Estudios Estratégicos y Regionales (CSRS), Abdul Baqi Amin, dijo a Efe que estos grupos "están arraigando día tras día reclutando afganos y miembros extranjeros de los talibanes" y ya son "una amenaza real para los talibanes, que están perdiendo el terreno ante los miembros del EI".

En las últimas semanas varios secuestros, asesinatos y decapitaciones reivindicados por estos grupos han tenido lugar en territorios tradicionalmente controlados por los talibanes, sin que estos parecieran capaces de evitarlos.

Además, hace apenas quince días los talibanes publicaron la primera biografía oficial del mulá Omar, en momentos en que se especula sobre si el máximo dirigente talibán continúa vivo.

Baqi opinó que los "ataques horribles" del EI han incluso llevado el problema de la insurgencia talibán a un segundo plano, mientras el Gobierno le daba a estos grupos máxima prioridad en su agenda.

Pero no sólo eso: para el experto el incremento gradual de la actividad operativa del EI supondrá un eventual enfrentamiento con los talibanes, que "serían más vulnerables contra esos atacantes internos".

Sin embargo, el anuncio de la nueva ofensiva de primavera de los talibanes deja claro que los insurgentes no tienen intención alguna de empezar este año conversaciones de paz con las autoridades afganas.

"La presencia del EI puede resultar fructífera si fuera manejada por el Gobierno afgano como un factor impulsor para llevar a los talibanes a unas conversaciones de paz", consideró el exprofesor de la Universidad de Kabul Matiullah Kharoti.

En cualquier caso, los analistas temen que este año puede ser el más mortal para las fuerzas de seguridad afganas, para los grupos insurgentes y para los civiles, que han pagado un alto costo en los últimos 14 años de guerra.

Esta será la primera vez desde 2002 en que las fuerzas de seguridad afganas tengan que contrarrestar la ofensiva talibán sin el apoyo de EEUU o de la OTAN.

Como expuso a Efe el exgeneral Atiqullah Amarkhil, "este año puede ser mortal para las fuerzas afganas, que ya no tienen el apoyo aéreo de la OTAN", que en enero puso final a su misión de combate y permanece en el país en funciones de apoyo y entrenamiento.

En cualquier caso, el Gobierno afgano dice que no habrá diferencia entre luchar contra un grupo insurgente u otro y que continuarán eliminando a todos los grupos "terroristas", ya sean talibanes, el EI o cualquier otro.

"Nuestra aptitud y capacidad son un 100 % más fuertes que la de los insurgentes; los destruiremos antes de que puedan golpear a nuestra gente", garantizó hoy el ministro del Interior, Noor-ul-Haq Ulomi, en rueda de prensa.