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Constructores catalanes en el Caribe

No habrán sido Gaudí redivivos edificando cual pieza de filigrana cada detalle de La Pedrera, el Parque Güell de Barcelona o la Sagrada Familia que aún no culmina. Pero sí trashumaron a estas tierras cálidas del Caribe el aire europeísta de la arquitectura de la Ciudad Condal con modernas estructuras vaciadas en hormigón armado y majestuosas fachadas revestidas de copiosos detalles ornamentales realizados con destreza artesanal. Y si se quiere, trajeron pujanza empresarial en la ejecución eficiente de las fábricas contratadas mediante concurso, ganando rápido prestigio. Por demás, innovaron en la producción de materiales de construcción, especialmente mosaicos hidráulicos. Les llamaron alarifes, maestros de obras, albañiles o escayoleros. Sus nombres soportan puentes y edificios emblemáticos de nuestras ciudades, levantados en las primeras décadas del siglo XX: José Turull Vilanova, Jaime Malla Salom, José Domenech Busquets, Mariano Turull Riera, Andrés, Antonio y Juan Teys Regas, Ramón Urgell Caralt, catalanes como mi antecesor Romualdo Sardá.

En su fundamental Arquitectura Dominicana 1906-1950, Enrique Penson los reúne bajo el epígrafe “Alarifes Españoles”, sumando en su enunciación al asturiano Nicolás Cortina Camblor, con obra meritoria que pondera. Así como a Bartolomé Fiol, Francisco Josa, José Torres, Pedro Labera, Federico Villamil, Crispín Olmos, Juan Guarro, Rosendo Alvarez, Manuel Fortes, Miguel Ruz, César Sardina. Un común denominador de algunos de ellos fue la reconstrucción del Palacio de los Capitanes Generales y Gobernadores, sito en Las Damas con Mercedes, para su habilitación como sede gubernamental.

José Turull Vilanova ingresó al país en 1895, casándose en Santo Domingo con Julia Ricart Cabán en 1907, procreando a María, Esperanza y Alejandro, conforme nos informa Penson. Músico, tocaba la viola e integró el Octeto del Casino de la Juventud y la Orquesta de la Sociedad de Conciertos. Empresario, se le reputa pionero en la producción de mosaicos y pisos de granito, con su firma La Primera en la Padre Billini y luego en la avenida Mella, ganador del gran premio y medalla de oro de la Exposición Internacional de Milán en 1920. Maestro de obras y contratista, tal como anunciaba sus servicios en la prensa en 1919. En 1907 participó en concurso convocado por el Ayuntamiento de San Pedro de Macorís para erigir el muro de contención en la margen izquierda del Higuamo, trabajo adjudicado a Juan Castelli. Al año siguiente un segundo tramo fue ejecutado por Turull.

En la capital reparó las grietas provocadas por un sismo a una capilla de la Catedral en 1911, realizando para entonces trabajos en la iglesia y casa consistorial de Baní. Bajo diseño de Nechodoma construyó junto a Juan Teys y Antonio Lendor la glorieta del Parque Independencia, inaugurado en 1912. En 1914 fue contratado para obras en el Malecón Presidente Billini –primera sección de nuestro paseo costanero-, ocupándose de la pavimentación en macadán, aceras, balaustrada, bancos y escaleras, encomendándosele reparaciones en 1920. Una de sus obras más señeras fue el Puente sobre el Ozama –denominado en 1940 Ulises Heureaux-, diseñado en acero por Strauss Bascule Bridge de Chicago, construyendo los pilotes de hormigón en 1914, entregado en 1917.

Tuvo a su cargo un nuevo edificio de concreto de dos plantas para la Aduana de Santo Domingo, supervisado por el Arq. Malcolm Graham, quien laboró en Obras Públicas durante la Ocupación Americana. Este arquitecto figura en el diseño de una residencia de J.L. Manning, gerente del International Banking, y otra para empleados del banco. Así como en sendos chalés en Gascue, de Nino Gómez y David León. En 1918 Turull hizo reparaciones en el muelle de madera del Ozama. Dos años después construyó la balaustrada en la Cueva de las Golondrinas, en la desembocadura Sur de la Hostos. En 1928 retornó a Barcelona, regresando a Santo Domingo, donde falleció en 1933 a los 68 años.

Otro catalán que participó en las obras del referido Palacio entre 1909/11 fue José Domenech Busquets, en labores de aljibe, balaustres, estuco, puertas, ventanas y portadas. Construyó con el maestro Mayer la columna conmemorativa del Paseo Presidente Billini en 1910. Junto a Turull y Teys, remató 8 mil metros de aceras de la urbanización La Primavera de Enrique Henríquez, que tendría 12 calles. Fue propietario y constructor en 1919 de la denominada Casa del Pudín en Billini y Sánchez, “que tiene en el chaflán y para el servicio del segundo nivel, un vistoso balcón con piso heptagonal, y ocho columnas de las cuales seis son aisladas y dos apoyadas a las paredes, soportando una corona y su pieza de sostén, con exuberancia de ornamentos”, nos dice Penson. Adquirida por el boticario Alberto Schotborgh, quien instaló en la planta baja su farmacia Caridad, trasladada en el 30 a la Católica con Emiliano Tejera. En José Reyes 51 tuvo Domenech una ferretería entre 1926/29. Procreó con Antonia Clara Piñón a Jaime y María. Esta última, madre del querido artista del lente Wifredo García Domenech.

También asociado al aludido Palacio, Mariano Turull Riera, quien formó familia con Rosa Selma, de cuya unión nacerían Paquita y Ma. Teresa. En 1922 construyó el International Banking en San Pedro de Macorís, en Sánchez y Mella. Para la época poseía allí dos casas, que fueron afectadas por un incendio junto a otras colindantes, viéndose precisado a refugiarse con su familia en la residencia de José Armenteros. En 1926 contrató con el gobierno de Vásquez la Cárcel de esa ciudad, consistente en 7 edificios con áreas de administración, comedor, hospital, presidio para condenados, preventivos, mujeres y niños, y cuartel policial. Entre 1927/28 hizo la Aduana de Dajabón y el Cuartel del Ejército, la carretera Hato Mayor-Sabana de la Mar y el muelle de Monte Cristi. Mantuvo oficinas en Macorís y la capital. Edificó asimismo el Correo de Santiago. Tras fructífera estancia en el país se retiró en Barcelona, donde falleció en 1934.

De la misma hornada, Jaime Malla Salom –quien casó con Ernestina Sanabia- levantó en 1928 la Cárcel del Seibo, que contaba con 3 edificios para las diferentes funciones, dotados de alumbrado eléctrico y tanque de agua de 10 mil galones, en uso hasta 1956. A finales de la década, construyó para sí dos plantas en San Pedro de Macorís, en Sánchez y Duarte. Con Mariano Turull, contrató una glorieta en 1913 para los jardines del Palacio de Gobierno de Las Damas y la Aduana de La Romana. En Azua, la casa de Rosa Jorge de Terc, en Duarte y 19 de Marzo, y la de Nicolás Ciccone. En 1915, en San Carlos, un chalé de dos plantas en la 30 de Marzo y sendas casas propiedad de Julio Pou en la misma vía. Asimismo, el bellísimo ejemplar de dos niveles de Porfirio Herrera en la Sultana del Este.

El asturiano Nicolás Cortina Camblor aparece en 1912 como director técnico de la sociedad de construcciones El Progreso, cuyo gerente era Manuel Fortes, sita en la calle Santo Tomás en la capital. Correspondiéndole construir el Centro Español de San Pedro de Macorís, una hermosa estructura con “fachada plasmada de elementos clásicos: columnas y frontón triangular”, inaugurado en 1913, orgullo de la comunidad peninsular. Entre 1915/17 Cortina levantó otra de las edificaciones icónicas de Macorís, las oficinas del empresario José Armenteros en la calle de la Marina, actual Centro Cultural Fermoselle. Otro emblema urbano es la propia residencia familiar de Cortina –quien presidió el Centro Español y fue ingeniero municipal– en Miramar, con amplia galería, columnas corintias, balaustres, rosetones floridos y piñas. Adquirida por Juan Amengual, se conserva con primor. Constructor de otras obras en Macorís y en Santiago, como los pabellones del Asilo San Vicente de Paúl. Dos hijos graduados en Cornell como ingenieros civiles trabajaron en la industria azucarera.

Vinculados al susodicho Palacio, Andrés Teys Regas y M. Turull ejecuta ron en 1912 los planos de Nechodoma para la Cárcel de San Fco. de Macorís. Junto a sus hermanos Antonio y Julio, Andrés formó una empresa de construcción que operó en Meriño 29 y luego 64. Levantaron en Independencia con Las Carreras un edificio de dos plantas de Fernández & Co., que en 1917 alojó en el primer nivel el depósito de la cerveza Old Style Lager. Allí, en la segunda mitad de los 50, se vendía el innovador helado Taste Freez de Cremita y operó un salón de exhibición de autos. Al lado, el restaurante Lina, hoy Cantábrico.

Ramón Urgell, quien trabajó junto a su hermano y casó con Carmen Prota, es el último fichado por Enrique Penson, reputado en la reparación de muchas casas en Santo Domingo. Destacándose la fachada que remodeló junto a Pedro Casadeball de un inmueble de Rafael Alardo frente al Parque Colón, a fin de alojar las oficinas del Banco Nacional, finalizada en 1911. Edificio donde operó la Farmacia Central del Lic. J.B. Marrero y que aun se conserva. A Urgell se le señala clave en la construcción de la mitad de las edificaciones de la Avenida España, incluyendo el conjunto de garajes que funcionaron en esa vía de salida de la ciudad de Santo Domingo hacia el Este, que desembocaba en el Puente Ulises Heureaux. Falleció en Sabadell, Barcelona. Donde “tan si la bossa sona, com si no sona, Barcelona es bona”.