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UCN: Conquistando la Libertad

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UCN: Conquistando la Libertad
Moncho Imbert, Viriato, Fernández Caminero, Félix Germán, Manolo, Manolito Baquero, Alburquerque y Manzano en el local del 14J.? Federico C. Álvarez
En su apasionante relato de las incidencias que dieron al traste con la dictadura de Trujillo tras la decapitación física del tirano, realizado el pasado 5 de febrero en el Museo Memorial de la Resistencia, el Dr. Federico Carlos Álvarez refiere los antecedentes de la organización que se conocería como Unión Cívica Nacional, que encabezó en esa etapa los esfuerzos del pueblo dominicano por conquistar su libertad, ganando las calles y plazas como espacio público. Tras "la más prolongada y sangrienta tiranía de nuestra historia", cuyas estructuras aun permanecían intactas.

Las expediciones armadas por el exilio, como la abortada de Cayo Confites en 1947 y la de Luperón en 1949. El célebre banquete del Hotel Matúm en Santiago, ofrecido en 1955 al Lic. Carlos Federico Álvarez, a raíz del cual se exorcizó a sus organizadores por no mencionar el orador al "Ilustre Jefe", mediante una aparatosa maratón de desagravios. Los asesinatos maquillados de los funcionarios Ramón Marrero Aristy y Juan A. Morales, Administrador del Banco de Reservas, tío del relator, entre muchos otros, "fueron hitos relevantes en el proceso de toma de conciencia, principalmente para la generación nacida durante la tiranía. Comprendíamos que ya era nuestro destino histórico poner fin a la Era de Trujillo".

A dicha convicción contribuyó "la lucha emprendida por los revolucionarios cubanos comandados por Fidel Castro, la cual impactó profundamente a los dominicanos. Muchos anhelábamos reproducir en nuestro territorio la epopeya que esos vecinos estaban desarrollando. Inspirados en sus acciones, un grupo que germinaba en 1958, se auto designó Frente Cívico Revolucionario, para coincidir con las siglas de Fidel Castro Ruz. Las expediciones de Constanza, Maimón y Estero Hondo, estremecieron a la nación, evidenciando cuán inminente era el derrocamiento de Trujillo. Al finalizar 1959, el grupo cívico originado en Santiago, ya se extendía por la mayoría de los pueblos del Cibao".

Al referir las raíces históricas del iceberg político que eclosionaría vigoroso a pocos días del 30 de mayo, cuando el 17 de julio apareció en El Caribe la carta firmada el 11 por 2,144 ciudadanos que renunciaban al Partido Dominicano y anunciaban su integración en la entidad patriótica Unión Cívica Nacional, Álvarez consigna: "Se trataba de formar, comprometer y cohesionar en cada pueblo a personas representativas y calificadas, provenientes de los más diversos sectores sociales, quienes se constituirían en núcleos capaces de movilizar y coordinar las acciones a tomar en sus comunidades, cuando se produjere el momento oportuno. Para esta época, sin embargo, la instauración de un régimen estalinista en Cuba, marcó un distanciamiento del grupo cibaeño, como lo refleja su cambio de nombre a Frente Cívico Democrático".

"José Tapia Brea, de San Francisco de Macorís, quien ya había sido integrado al grupo, nos informó que contactó a su amigo Ángel Severo Cabral Ortiz, quien le explicó los pormenores del movimiento que él estaba gestando tanto en la capital como en el Sur y en el Este. Fui designado para reunirme con Severo. Concertamos una cita. El domingo siguiente a la Primera Pastoral de la Iglesia -leída el domingo 31 de enero de 1960 en los templos católicos- me presenté a la segunda planta del edificio 99 de la calle Padre Billini. Al encontrarnos, me presentó a dos de sus colaboradores: Chichí Alburquerque Zayas Bazán y César de Castro. Allí mismo acordamos integrar y unificar a ambos grupos. Decidimos también que el movimiento consolidado sería designado Frente Cívico de Unidad Nacional, siendo su principal gestor y coordinador Ángel Severo Cabral. A mi regreso a Santiago, todos acogieron con beneplácito lo acordado en la capital. Información comunicada a los compañeros radicados en otras ciudades del Cibao."

Continúa Federico Carlos Álvarez su narración. "El año 1960 fue de grandes y peligrosas tensiones. En el aspecto económico, las sanciones impuestas por la OEA al país en San José de Costa Rica hacían su impacto. Al ser develado el movimiento que luego se denominaría 14 de Junio, se multiplicaron las persecuciones y los asesinatos, conmoviendo a la nación. La trágica situación culminó con el horrendo crimen de las hermanas Mirabal. Estos hechos crearon en el grupo que conspiraba contra la vida del tirano la convicción de que la liquidación del régimen sólo podría lograrse con su muerte. Intensificaron sus actividades dedicándose a precisar y coordinar su plan de acción. Severo nos comunicaba a José Tapia Brea y a mí la evolución de los planes que iban concretándose. Ambos, con gran discreción, manteníamos informados a los demás dirigentes sobre esta conspiración."

"No me corresponde describir los hechos históricos de la epopeya del 30 de mayo. Basta afirmar que los héroes cumplieron su misión exitosamente. Mas, las circunstancias acaecidas esa noche les fueron adversas, llevándoles irremediablemente a su inmolación. Es evidente que tras la muerte del tirano, los objetivos de nuestros héroes se encontraban en trance. Quedaba patente, sin embargo, el deber ineludible de aquellos que se habían comprometido a luchar, hasta lograr que se alcanzaran las metas proyectadas por ellos. Durante las primeras semanas de junio, estupefactos, nadie tomaba nuevas iniciativas. Los integrantes del régimen, por efecto de la inercia, se mantenían en pie."

Como se detallara en la columna anterior "El Aldabonazo de Unión Cívica", en la segunda quincena de junio se produjo una primera reunión en la Avenida Bolívar que congregó un centenar de opositores al régimen, en la que se acordó la formación de UCN, hecha pública en El Caribe el 17 de julio. Entre estas dos fechas, se acordó una gestión de directivos de la naciente agrupación ante los líderes del Movimiento 14 de Junio -que anunciaría el 8 de julio su conversión a partido político-, a fin de concertar un solo bloque antitrujillista.

Afirma Álvarez: "Al enterarnos de que un sector de los dirigentes del Movimiento 14 de Junio, liberados de La Cuarenta y de otras cárceles, se proponía iniciar sus actividades como entidad separada de Unión Cívica Nacional, se promovió una reunión conjunta la cual tuvo efecto en el local que desde ya había instalado el 14 de Junio. Asistimos, de parte de Unión Cívica Nacional, seis miembros de su directiva: Viriato Fiallo, Ángel Severo Cabral, Luis Manuel Baquero, Chichí Alburquerque, Manolito Baquero y yo. Además, José Fernández Caminero, quien ya ostentaba las funciones de vicepresidente de Unión Cívica Nacional (y mostraba este símbolo en su chaqueta), y también detentaba iguales funciones en el Movimiento 14 de Junio. De los directores de este grupo se encontraban, entre otros, Manolo Tavárez, Leandro Guzmán, Moncho Imbert y Alfredo Manzano. A pesar de las razones que se esgrimieron, en el sentido de que el momento requería mantener la unidad de todas las fuerzas que se proponían iniciar la lucha contra el régimen imperante y de que este criterio fue vivamente respaldado por Fernández Caminero, los restantes miembros del 14 de Junio decidieron mantener su agrupación independiente y separada de Unión Cívica Nacional."

Frustrado el intento unitario y publicado el documento constitutivo de UCN, tuvo lugar el sábado 29 de julio la multitudinaria manifestación en el Baluarte, en la cual Viriato Fiallo pronunció su célebre ¡Basta Ya!, una vibrante exclamación que marcó la retórica del ciudadano de a pie que peleaba espacios de libertad. Exhortando a mantener la acción cívica sin violencia, "con solo el poder del derecho". Fernández Caminero y José Aníbal Sánchez Fernández, presidente del comité del DN, hablaron en el mitin, tomando éste un juramento a los presentes, estimados en unos 20 mil, para luchar por "un régimen de libertad y justicia". El domingo 6 de agosto se celebró en Santiago otra concentración con discursos de Viriato, Federico Carlos Álvarez, vice-secretario general, Dr. Gustavo Vincent, Salvador Jorge Blanco, Ramón Lorenzo Perelló y Brinio Díaz. Ese día, en la explanada del Mercado en La Romana, se efectuó otro mitin con Severo Cabral, Máximo Pereyra, Manuel Tuma y Miñín Soto en la tribuna. Tanto en el primero en la capital como en este último, estuve presente, entonces militante de Acción Juvenil Cívica Revolucionaria.

"Durante los meses de agosto y septiembre, Unión Cívica Nacional estableció su estrategia de ‘invadir y conquistar' a cada una de las ciudades del país", efectuándose concentraciones en Puerto Plata, La Vega, San Francisco, Moca, en el Sur y el Este. Unión Cívica, que apareció el 16 de agosto del 61 bajo la redacción de Dr. Molina Morillo, Juan José Ayuso y Dr. Rafael González Tirado, reseñaba un concurrido mitin en el parque de Villa Francisca con los líderes nacionales y el joven estudiante Julio Hazim en la tribuna. Daba cuenta de la formación de la ANES que agrupaba a los estudiantes secundarios, a la cabeza Simón Bolívar Báez, Alberto Fiallo, Ricardo Gil, William Read Velázquez, Pedro Julio Santiago, Juan Giráldez Casasnovas, Alfredo Rizek, Lucrecia Alburquerque, Raquel Cuello. Una sección lasallista con Luis David Mañón, Rafael Morón, Manuel Valverde Podestá, Miguel Socías.

Antes, emergió la FED con Armando Hoepelman, Antonio Cuello, Asdrúbal Domínguez, Eduardo Delgado, Rafael Alburquerque, Tony Isa, Pití Houellemont, Leopoldo Grullón, Víctor De Camps, Iván Tavárez, Picho Fiallo y Jesús María Hernández, entre otros. Alentados por el nuevo rector José Antonio Caro Álvarez, se impuso alcanzar la autonomía y el fuero universitarios. Se reactivaba la ADIA y la AMD. Surgía ADOMA: Bienvenido Mejía, Cesáreo Contreras, Juan Pacheco, Avilés Blonda, Luis Escobal, Fausto Martínez, Sánchez Sanlley, Mejía Feliú, Porfirio Balcácer, Molina Ureña y otros. Cuando la toga recuperaba su dignidad y se limpiaba el polvo ominoso de la dictadura.

Eran los aprestos de una sociedad que empezaba a desplegar briosa sus latentes banderas libertarias.